Ni agua en Florencio Varela
Como cada verano, desde que existe red de agua potable en Florencio Varela, la presión es escasa o nula. Los vecinos de algunos barrios se alarman y reclaman, como es el caso de Pico de Oro o Monte Cudine. Otros ya lo naturalizan y simplemente buscan alternativas ante la incapacidad de la empresa prestadora de servicio de garantizarles el derecho al agua y el saneamiento, como es el caso de Villa Hudson –Bosques-. A pesar de las promesas en campaña, los discursos en actos institucionales o las palabras off the record de diversos personajes de la política local, provincial y nacional, el agua en Florencio Varela sigue siendo un derecho universal no garantizado por el Estado.
La semana pasada AySA confirmaba que recibiría un nuevo préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por u$s 150 millones para aumentar la cobertura de agua potable y saneamiento en la Ciudad de Buenos Aires y el primero, segundo y tercer cordón del conurbano bonaerense, y optimizar la operatividad de las redes existentes con el objetivo de mejorar la calidad de vida de más de 6,2 millones de habitantes a través del acceso a servicios esenciales.
Por la misma fecha, el municipio de Florencio Varela requería a la compañía prestataria AySA la ejecución de trabajos para reforzar el servicio en la zona este del partido e impedir interrupciones durante la temporada estival con altas temperaturas.
A pesar de ello, se sigue violando la Resolución 64/292 de la Asamblea General de las Naciones Unidas pues el derecho humano al agua y al saneamiento, en Florencio Varela no se cumple. De manera sistemática, históricamente, en la región el agua potable limpia y el saneamiento son lujos que les llegan a unos pocos, vulnerando así los derechos humanos de los vecinos.
Cuando el Estado viola los derechos de los vecinos
Son cinco los puntos la ONU ratifica que se deban cumplir para satisfacer las necesidades humanas básicas en relación al agua: suficiente, saludable, aceptable, físicamente accesible y asequible… Ninguna de ellas se garantiza al 100% en territorio varelense.
Para que el Estado no viole el derecho de los vecinos, el abastecimiento de agua por persona debe ser suficiente y continuo para el uso personal y doméstico. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), son necesarios entre 50 y 100 litros de agua por persona y día para garantizar que se cubren las necesidades más básicas y surgen pocas preocupaciones en materia de salud. Solo así se podría decir que el agua es suficiente.
Para considerar al agua de red saludable, tanto la de uso personal como doméstico, debe estar libre de microorganismos, sustancias químicas y peligros radiológicos que constituyan una amenaza para la salud humana.
El agua ha de presentar un color, olor y sabor aceptables para ambos usos, personal y doméstico. Todas las instalaciones y servicios de agua deben ser culturalmente apropiados y sensibles al género, al ciclo de la vida y a las exigencias de privacidad. Si esto no se cumple, no se puede decir que el bien sea aceptable.
Todo el mundo tiene derecho a unos servicios de agua y saneamiento accesibles físicamente dentro o situados en la inmediata cercanía del hogar, de las instituciones académicas, en el lugar de trabajo o las instituciones de salud. De acuerdo con la OMS, la fuente de agua debe encontrarse a menos de 1.000 metros del hogar y el tiempo de desplazamiento para la recogida no debería superar los 30 minutos.
El agua y los servicios e instalaciones de acceso al agua deben ser asequibles para todos, absolutamente todos los vecinos de todos los puntos de la región. Solo así será asequible.
El día que AySA se les rió en la cara a los vecinos
Hace diez meses, los vecinos de Villa Hudson le tuvieron que hacer el favor al funcionario representante de AySA de informarle que hacía casi un mes que no tenían suministro. “Aparentemente”, ningún vecino de la zona afectada durante casi 30 días –en ese momento- habría realizado reclamo alguna ante la prestataria, el municipio o espacio de defensoría pública. Tampoco habrían funcionado sus medios de recolección de datos de estado del servicio que brindan pues nada le habría hecho saber a la empresa que NO HABIA NI GOTA DE AGUA en Villa Hudson. Asimismo, ningún empleado con poder de decisión tendría redes sociales ni leería medios locales, pues ninguna de las manifestaciones públicas llevadas adelante por los habitantes había llegado a oídos de AySA.
La primera semana de enero de este año, ante la situación insostenible de nulidad de servicio de agua por red, los vecinos de Villa Hudson realizaron un corte de calle para evidenciar lo que sufrían. Fue así que fueron recibidos por este funcionario de la empresa que presta el servicio de agua y cloacas de apellido Guerra quien se mostró “extrañado” y pidió 15 días más para solucionar el problema.
Hoy, Villa Hudson sigue padeciendo pésimo servicio, escases de presión cuando no nulidad de agua… como muchos otros barrios de Florencio Varela hoy, o mañana.