Agua: un derecho violado en Florencio Varela

La privatización del agua con el argumento de mejorar el servicio encubre el intento del control del recurso hídrico. El agua es un derecho básico, en Florencio Varela llega a cuenta gotas o ni lo hace desde que arrancó el calor en diciembre del año pasado. Los vecinos no pueden decidir no consumir agua y reemplazarla por otra cosa u optar por el cambio de proveedor. El agua potable es un asunto geopolítico estratégico y hoy, AySA está demostrando su improductiva gestión de cara a los usuarios de muchos barrios… al tiempo que el 1 de marzo aumenta sus tarifas.

Este 24 de marzo, DIARIO VESPERTINO cumple 8 años de vida y, en toda su trayectoria, jamás había recibido tanta cantidad de mensajes de vecinos/lectores y organizaciones vecinales contando/reclamando la escasez de agua de red. Mientras, desde el áarea de prensa de AySA de Región Sudeste (Avellaneda / Lanús / Quilmes / Florencio Varela) solo emiten gacetillas de prensa donde detallan nuevos créditos obtenidos, algunas inauguraciones, actividades de funcionarios pero ante las inquietudes periodisticas sus respuestas son proporcionales al caudal de agua presente en las canillas de los hogares varelenses.

Según la ONU, alrededor de una de cada cuatro personas carecería de una fuente de agua potable gestionada de forma segura en su hogar y casi la mitad de la población mundial no tendría acceso a servicios de saneamiento gestionados de manera segura.

El agua es también poder pues no se puede prescindir de ella, no se puede elegir no consumirla, por eso el control sobre las fuentes de agua potable es un asunto geopolítico estratégico. Las Naciones Unidas profetiza que para el 2025 la demanda de agua potable será el 56% más que el suministro de la misma.

La privatización del agua en Argentina -con el argumento de mejorar el servicio- habría encubierto el intento del control del recurso hídrico. De lo contrario, no sé explicaría cómo Obras Sanitarias -siendo una empresa sin pérdidas e incluso con superávit- frente a las presiones del Banco Mundial fuese pasada a manos privadas donde el consorcio ganador prometió bajar las tarifas y emprender un plan de mejoras que treinta años después, los vecinos aún no habrían visto.

En un decreto publicado en el Boletín Oficial del año pasado, el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, autorizó a la empresa Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) a refinanciar sus deudas que ascienden a 500.000.000 de dólares. Según informó la resolución 399/2022, las deudas de AySA se emitieron el 1 febrero de 2018, a una tasa de interés fija del 6,625% nominal anual.

Al mismo tiempo, tras la quita de los subsidios, los usuarios varelenses de coeficientes zonales medios (la minoria de la población), mantendrán un subsidio del 20% de la tarifa hasta el 28 de febrero y pasarán a pagar tarifa plena a partir del próximo 1 de marzo. En tanto que, los clientes de coeficientes zonales medios-bajos (casi la totalidad de la población que cuenta con tendido de agua de red en Varela) mantendrá un subsidio del 30% hasta el 28 de febrero. Y luego, a partir de marzo, ese aporte del Estado se reduce a 15%, la mitad.

Si bien AySA se crea como una empresa que tiene mayoría estatal, lo hacen bajo la modalidad de sociedad anónima.

«Es en la industria del agua donde parecen ser mayores los peligros de la privatización, ya que existe una combinación de preocupaciones acerca del ambiente, el monopolio natural y la inversión en infraestructura. Aunque haya cierto margen para la subcontratación de algunas operaciones (por ejemplo, el tratamiento de drenajes y el mantenimiento de las tuberías), en general habrá escasa ganancia de la privatización de la industria del agua, y grandes problemas acechan si se sigue adelante en esa tarea”, Vickers, J. y Yarrow, J.; “Un análisis económico de la privatización”. Fondo de Cultura Económica, México, 1991.

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