En Florencio Varela “se llama Dirección de Género: no se actualizó como debería ser y ampliar derechos”
Un total de 25 femicidios, entre ellos un transfemicidio, fueron registrados durante el primer mes del año en la Argentina, según un informe del Observatorio Lucía Pérez que, además, reveló que 17 hijos e hijas se quedaron sin madre como consecuencia de los crímenes…. El año anterior a la creación del Ministerio Mujeres, Género y Diversidad, se registraron 235 femicidios. El mismo año de su creación 254; al año siguiente 251. El año pasado, 233 (según Mumalá)/ 249 (según «Ahora que sí nos ven»). En seis años no se ven mejoras de cara a la máxima expresión de violencia contra la mujer… El Ministerio fue un ámbito luchado, esperado, anhelado pero ¿funciona? Y si este es el panorama a nivel nacional, ¿qué queda para las vecinas que dependen del municipio”?
El Observatorio de las Violencias de Género «Ahora que sí nos ven», suma a este panorama que «La Justicia es cómplice: en 2022 el 17% de las víctimas de femicidio había realizado al menos una denuncia, y en el 11% de los casos contaba con alguna medida de protección. Es decir que, a pesar de haber recurrido a la Justicia, estas mujeres han sido asesinadas».
En Florencio Varela el espacio para mujeres, género o diversidad no tiene siquiera categoría de Secretaria. “Incluso, no tiene categoría de diversidad: solo se llama Dirección de Género: no se actualizó como debería decir y ampliar derechos”, exclama Milagros Ravenna referente territorial de géneros.
Promover la formación de una red nacional con organismos provinciales y municipales y con las organizaciones de la sociedad civil, es un trabajo de hormiga y eso es lo que intentan desde hace años quienes se desempeñan en el territorio en materia de mujer y diversidad. Mas, la labor se está haciendo cuasi imposible en Florencio Varela.
“Las promotoras territoriales no cuentan con presupuesto porque no se le destina un ingreso por esta labor de Acompañante en Abordajes”, comenta Milagros y agrega “Y las organizaciones sociales no dan abasto, porque el recurso del Estado no llegó o no es suficiente”.
Pero, nuestras vecinas no solo sufren del máximo exponente de violencia contra el género, sino que también se dan otras modalidades que parecen estar naturalizadas: desigualdades al cargar con las tareas de cuidado, incumplimiento de cuota alimentaria, falta de trabajo registrado…
“A esto, yo le agregaría, que la sobrecarga de responsabilidades en la crianza y los pocos recursos del Estado para resguardar la salud mental de mujeres junto a la niñez y Adolescencia que padecen o padecieron hacen desconocer en profundidad las raíces y matices que deben sobrevivír la mayoría de las mujeres junto a sus hijes durante muchísimos años”, expone Milagros.