Andrea Viera presente, hoy y siempre
Históricamente, las dos modalidades represivas de mayor incidencia numérica son los fusilamientos de gatillo fácil y las muertes de personas detenidas bajo custodia de funcionarios de las fuerzas de seguridad, en cárceles, comisarías u otros lugares. En el 2002, los asesinados por las fuerzas de seguridad de todo el país fueron 1292 según la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional… En este número, está incluida la vecina varelense Andrea Viera. Veintiún años han pasado y la lucha sigue igual.
Andrea Viera y, su pareja, Gustavo Cardozo fueron detenidos el 10 de Mayo de 2002 en las proximidades de la Estación Zeballos, en Florencio Varela, Provincia de Buenos Aires. Fueron rodeados por varios patrulleros y una gran cantidad de policías armados y de civil, quienes los confundieron con los autores de un supuesto intento de robo en la zona en el que un oficial había resultado herido. Los detuvieron y torturaron en la Comisaría hasta que Andrea fue trasladada de urgencia al hospital Mi Pueblo donde murió doce días después, víctima del ahorcamiento al que fue sometida por una oficial de policía. En ese momento, ella estaba embarazada.
Ese viernes de hace 21 años, Andrea Viera viajaba en un colectivo de la línea 324 junto a Gustavo Cardozo, su pareja pero debieron bajar pues ella su estado gestacional la hacía sentir descompuesta. Justamente, estaba en el umbral de una casa tratando de reponerse cuando el infierno vestido de uniforme, comenzó para ella.
En la comisaría 1ra de Florencio Varela, Andrea fue separada de Gustavo y encerrada en una de las oficinas mientras la agente Jorgelina Oviedo la insultaba a los gritos. Durante horas fue sometida a un interrogatorio brutal que incluyeron injurias, golpes y asfixia a manos de policías bonaerenses. Todos esos métodos que son aprendidos como parte de la “cultura institucional de la bonaerense”, heredados de los grupos de tarea, también integrados por policías durante la dictadura cívico militar recayeron sobre ella y su bebé. Todos los funcionarios públicos que estuvieron en ese momento presente fueron parte de su lento asesinato pues o pegaron, insultaron y ahorcaron o se callaron la boca en un pacto de silencio que permitió la Impunidad.
Fueron los privados de su libertad, que se encontraban allí detenidos quienes mostraron humanidad y valentía frente al aparato represor del Estado quienes dieron testimonio de la sesión de torturas a la que se sometió a la joven embarazada.
Pero, plantarse contra la mafia policial no es sencillo y Jorge Galván Plaza –uno de los declarantes contra los policías torturadores- apareció fusilado en 2007 con un balazo a quemarropa en la sien, efectuado con un arma calibre 38… Gracias a su valentía previa a su asesinato, no sólo incriminó a la mujer policía que resultó condenada, sino también a un oficial que no había llegado a juicio. Su cadáver fue encontrado en un descampado del barrio «Pepsi», partido de Florencio Varela.
Andrea murió el 22 de Mayo de 2002, en una cama del Hospital Municipal, 12 días después de entrar en estado de coma irreversible por la violencia que ejercieron durante horas sobre su cuerpo. Tenía 25 años.
En diciembre del 2022, en la decimosegunda Sesión Ordinaria del Honorable Concejo Deliberante de Florencio Varela se aprobó denominar a la Calle 1.329 “Andrea Viera”.
“Mi hermana Andrea Viera está presente en cada varelense, en cada acto, en cada espacio político, social, cultural, está presente siempre, lo de hoy fue muy fuerte, y no es menor para mí, que sea en un Barrio, sé que va estar señalizado con el color violeta, símbolo mundial del femenino. Andrea Viera está presente en cada lugar, en cada lucha ella está” afirmaba a Diario Vespertino Eugenia Vazquez, su hermana.
La denominación de la calle donde cada vecino vive, es posiblemente constituya uno de los datos que más cita a lo largo de su existencia. Junto a su nombre y apellidos, edad y número de documento nacional de identidad, configura su retrato público y administrativo. También contribuye a forjar su carácter, su desarrollo social, sobre todo cuando vive décadas en el mismo lugar… Entonces, que la calle que hasta hace unos días se conocía como calle 1329 de Florencio Varela, actualmente sea “Andrea Viera”, habla de un pueblo que promueve un camino con más memoria.
