Restitución del nieto 133

El nieto recuperado 133 forma parte de una familia con larga trayectoria en la lucha por los derechos humanos en Argentina que fue diezmada por la última dictadura militar, los Santucho. Se trata del hijo de Cristina Navajas y Julio Santucho, el menor de la familia santiagueña: el nieto recuperado es sobrino Mario Roberto Santucho, líder del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). El hombre también es nieto de la cofundadora de Abuelas de Plaza de Mayo Nélida Gómez de Navajas, fallecida en 2012.

En una emotiva conferencia de prensa que tuvo lugar este mediodía en la “Casa por la Identidad” del predio de la ex ESMA, las Abuelas de Plaza de Mayo brindaron detalles del hallazgo y compartieron su alegría por una nueva restitución.

El anuncio fue realizado por la presidenta del organismo, Estela de Carlotto, acompañada por Julio y Miguel Santucho, padre y hermano del joven que tras una larga búsqueda pudo recuperar su verdadera identidad. Estuvieron presentes el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, junto a otros nietos y nietas restituidos, la titular de la CoNaDI, Claudia Carlotto, y referentes de organismos de derechos humanos.

“Es el momento más luminoso de mi vida, esperé tanto este momento que realmente me cuesta creerlo” contó Miguel “Tano” Santucho sobre el encuentro con su hermano, al que buscó desde su militancia en Abuelas continuando con el legado que había iniciado su abuela Nélida Navajas. “Vamos a estar juntos el resto de nuestras vidas, porque nos buscamos, nos quisimos encontrar y el abrazo que nos dimos es para siempre”, compartió con el público visiblemente emocionado y remarcó que “esta búsqueda no se puede sostener sin el acompañamiento de todos y todas, de la gran familia de Abuelas y del abrazo de la sociedad, de tantos jóvenes y chicos que se acercan y nos demuestran su afecto”.

Por su parte Julio Santucho, recordó a Cristina Navajas y su valentía para dar a luz y proteger a su hijo durante su cautiverio. También expresó su reconocimiento a Abuelas y a su hijo recuperado que hizo todo lo posible por conocer su identidad: “es un triunfo de la democracia sobre la dictadura, porque ellos nos quería quitar los hijos y hoy los estamos recuperando”.

El anuncio marca la primera restitución en lo que va de 2023. A fines del año pasado se les restituyó la identidad a dos hijos nacidos en cautiverio y de familias víctimas del terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico-militar.

Nieto

El nieto restituido es hijo de Cristina Navajas y Julio César Santucho. Ambos militaban en el Partido Revolucionario de los Trabajadores – Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP). La pareja tenía dos hijos, Camilo de tres años y Miguel de siete meses, cuando el 13 de julio de 1976 Cristina fue secuestrada en el departamento de su cuñada, Manuela Santucho, en el barrio de Villa Crespo. En ese momento, Julio se encontraba militando desde el exterior.

La noche del secuestro, Nélida Cristina Gómez de Navajas, mamá de Cristina y una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, recibió un llamado de los vecinos de su hija para que fuera a buscar a sus dos nietos y a un primo de ellos, hijo de Manuela.

En el departamento, Nélida encontró una carta de Cristina dirigida a su pareja en la que le confesaba que creía estar embarazada. Más tarde, por testimonios de sobrevivientes se pudo saber que Cristina pasó por los centros clandestinos de detención “Automotores Orletti”, “Proto Banco” y “Pozo de Banfield”, y que efectivamente estaba embarazada.

Luego del encuentro con su abuela, los hijos de Cristina y Julio pudieron salir del país para reencontrarse con su papá, y se radicaron en Italia. De adolescente, Miguel sintió la necesidad de volver a la Argentina a reconectarse con su historia y decidió sumarse al camino de búsqueda que había iniciado su abuela Nélida, que durante muchos años fue secretaria de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y falleció en 2012 sin poder encontrar a su nieto.

Abuelas

Abuelas de Plaza de Mayo es una organización no gubernamental creada en 1977 cuyo objetivo es localizar y restituir a sus legítimas familias todos los niños desaparecidos por la última dictadura argentina. «El 24 de marzo de 1976 las Fuerzas Armadas se adueñaron del poder en la Argentina por medio de un golpe de Estado – explican en el sitio del organismo – El régimen militar, que se autodenominó ‘Proceso de Reorganización Nacional’, desapareció a 30.000 personas de todas las edades y condiciones sociales. Centenares de bebés fueron secuestrados con sus padres o nacieron durante el cautiverio de sus madres embarazadas. En la ESMA, Campo de Mayo, Pozo de Banfield y otros centros de detención de la dictadura, funcionaron verdaderas maternidades clandestinas, incluso con listas de matrimonios en ‘espera’ de un nacimiento, y unos 500 hijos de desaparecidos fueron apropiados como ‘botín de guerra’ por las fuerzas de represiónAlgunos niños fueron entregados directamente a familias de militares, otros abandonados en institutos como NN, otros vendidos. En todos los casos les anularon su identidad y los privaron de vivir con sus legítimas familias, de sus derechos y de su libertad», destacan.

Y agregan: «Nada ni nadie detuvo a las Abuelas de Plaza de Mayo para buscar a los hijos de sus hijos. Tareas detectivescas se alternaban con diarias visitas a los juzgados de menores, orfanatos, oficinas públicas, a la vez que investigaban las adopciones de la época. También recibían las informaciones que la sociedad les hacía llegar sobre sus posibles nietos. Las Abuelas siguen buscando a sus nietos, hoy adultos, pero también a sus bisnietos – que, como sus padres, ven violado su derecho a la identidad -, y con esta finalidad trabajan los equipos técnicos de la institución, además de crear las condiciones para que nunca más se repita tan terrible violación de los derechos de los niños y exigir castigo a todos los responsables de estos gravísimos delitos».

En el marco de esta campaña de búsqueda, la última iniciativa de Abuelas, a 45 años del golpe de Estado de 1976, fue lanzar el spot «La pregunta», una publicidad con guion y dirección del actor Daniel Fanego, con «el objetivo de llegar a aquellas personas que podrían ser uno de los nietos o nietas que estamos buscando y que, en muchos casos, ya son padres y madres que transmiten a sus hijos e hijas la duda sobre el origen».

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