Horror, mentiras y especulación
El asesinato de Morena, una niña de 11 años conmocionó al país. No es para menos. El hecho desató la indignación de sus seres queridos y de la población sensibilizada, pero también la especulación política de quienes han hecho poco o nada para evitar las condiciones de precariedad e inseguridad que permitieron que esto suceda. ¿Cómo abordar un tema tan delicado? ¿Qué hicieron las autoridades para evitar que esto suceda? ¿Quiénes gobiernan en Lanús? ¿Qué sucede en otros municipios? ¿Terreno fértil para vendedores de mentiras?
Es una mañana de miércoles fresca. Miles de trabajadores salen a trabajar como cualquier otro día, enfrentan el frío, el hacinamiento en el transporte. Quienes pueden llevan a sus hijas e hijos a la escuela. A veces el rigor y el tiempo ausente por la extensa jornada laboral hace difícil la presencia de acompañar a una hija a la escuela, cuando ya tiene edad para hacerlo sola. No debería haber ningún problema, conoce el camino, sabe llegar a la escuela, a si fue todos los días.
Morena iba a la escuela como todos los días, temprano a la mañana, con su mochila. Quisieron robarle, arrancarle la mochila, el impacto violento hizo que muera. Asesinaron a una niña de 11 años para robarle su mochila. La zona liberada, el barrio asustado, la niña desprotegida y los delincuentes con luz verde… para robar una mochila a una niña que va a la escuela, que quizás, como mucho, podría tener un celular con algo de valor de reventa.
Un Estado ausente, un intendente que se toma licencia para asumir interinamente la presidencia de independiente. Un secretario de seguridad, candidato a intendente que vive en la Ciudad de Buenos Aires, igual que el Intendente. Una coyuntura provincial y nacional de violencia y crisis.
La noticia de la niña asesinada se difunde, no siempre con información precisa. Pero el hecho más importante e irrefutable, el asesinato de una niña, se suma a las vivencias cotidianas de cada vecina y cada vecino, del “avísame cuando llegues”, del miedo a ir al trabajo o a la escuela. Se suma, también, al malestar cotidiano de trabajar mucho, y con miedo, para ganar poco. El malestar de hospitales sin recursos, de escuelas abandonadas, de médicos y docentes, que sufren el maltrato cotidiano por las autoridades y a veces, ante la impotencia, también el de quienes no pueden recibir la atención que necesitan y merecen.
En todo este contexto adverso, Morena iba a la escuela, con un futuro, como tantas otras pibas. Dos jóvenes de 18 años la asesinaron para robarle la mochila, la violentaron desde una moto. El video muestra que Morena cae y después de que un vecino intente asistirla muere. Para el final del día una pericia médica dirá que murió por un impacto que le generó una hemorragia interna, pero antes de ese informe pasaron muchas horas… muchas noticias.
Los medios muestran la noticia sin el trato, sin tener toda la información, privilegian la inmediatez. “Murió de un paro cardiaco”, “murió de miedo”. “Detuvieron al asesino, tenía 14 años”, fue la noticia que más circuló. El chico de 14 años detenido no era el asesino, pero su liberación generó que desde el sentido común se hable de “puertas giratorias”.
Desde muchos medios se fomentó la indignación hacia quienes no habían cometido el crimen. Los menores detenidos fueron liberados tras probarse su inocencia en el caso, pero la desinformación los mantenía culpables para la opinión pública.

En el barrio se movilizan a la comisaria. Denuncian la desidia por parte de las autoridades. El miedo cotidiano frente a una policía que para reprimir en los barrios es dura, pero que el crimen no cesa. Piden pro el Intendente, que no vive en Lanús (sino en Caballito), pero que además se tomó licencia para ser presidente de Independiente, que pese a ello terminó el campeonato perdiendo y con la policía reprimiendo a sus hinchas en el vecino municipio de Avellaneda. Piden por el secretario de Seguridad que a su vez es candidato a Intendente, pero que vive en Puerto Madero.
Piden también por Sergio Berni, el mediático, y a veces circense, Ministro de Seguridad de la provincia que no dudó en desalojar a miles de familias, que nada tenían, en Guernica en octubre de 2020, y cuyas fuerzas, hace solo una semana y media desalojaron a familias que nada tenían y vivían bajo cartones en Virrey del Pino, Partido de la Matanza, pero como esa noticia no salió en ningún medio masivo no importa, mejor poner la cara en Lanús.
Sorpresivamente lo sucedido en Virrey del Pino no tuvo difusión. Los desalojos y ataques a familias sin techo pocas veces son informados.
Pero volviendo a poner el foco en el municipio que nada concreto ha aportado en los últimos años, ¿Cuál fue su respuesta? Palabras… solo palabras.
Mientras la falta de respuesta concreta solo genera nuevas víctimas y nuevos victimarios. La promoción de la inmediatez, del impacto, de la noticia que conmociona peor no siempre aporta impide un análisis mas serio y profundo. Pero también, el bombardeo de noticias, el «shock» anula la memoria. Esta situación en Lanús no es nueva, pero los actores políticos son los mismos.
Del polaquito al crimen de Morena, Diego Kravetz y un prontuario de mentiras
Lanús viene teniendo episodios de violencia, que no siempre toman la difusión pertinente. Solo alguna que otra noticia espectacular logra colarse en las rotativas. Así fue en 2017, cuando el programa televisivo Periodismo Para Todos, conducido por Jorge Lanata irrumpió con un informe carente de ética sobre un chico apodado “el polaquito”.
Dibujo de Juan Paz en 2017 sobre aquella operación mediática.
Aquel informe difundido a mediados de julio de 2017, generó conmoción. Presentaron a un niño “de 12 años” que supuestamente “aterrorizaba a todo el barrio”. Pero la impactante historia que difunde PPT era un fraude. Si bien el menor estaba en una situación complicada, su historia fue manipulada que hacer un producto. Un montaje realizado por la producción que incluyó el amedrentamiento de niño, quien en realidad tenía 11, y no 12 años. “El Polaquito” habría sido amenazado para realizar la entrevista, según cuentan vecinos del barrio y cooperativistas del Movimientos de Trabajadores Excluidos (MTE): «se acercó un auto de civil con dos policías, quienes lo amenazaron con que si no daba la nota con la historia que ellos decían, iban a ‘empapelar’ a su padre y a su madre».
Esa crueldad permaneció impune, Jorge Lanata mantiene su trabajo altamente remunerado y sus noticias siguen teniendo difusión… y haciendo daño. Aquel informe tuvo la complicidad de quien, ya en ese entonces era secretario de Seguridad de Lanús: Diego Kravetz. La madre de «El polaquito” es una cooperativista que trabaja de 10 a 16hs de lunes a viernes desde 2009 en la planta de reciclado «amanecer cartonero”, que tiene un convenio de trabajo con la Ciudad de Buenos Aires desde el 2007. En aquel entonces, 2017, ANRed dialogó con Nicolas, un compañero de la madre, quien manifestó: «Es todo mentira el informe, la madre del Polaquito trabaja con nosotros desde hace mucho tiempo, no falta nunca. Incluso logró cierta estabilidad y pudo mudarse al centro de Lanús”, desmintiendo que el niño viva junto a 23 personas.
Pero la complicidad con esta cruel operación no fue el primer hecho en el que Kravetz ataca a quienes menos tienen. Pocos meses antes, el 30 de marzo de 2017, la policía irrumpió violentamente, sin explicación alguna, en el merendero Cartoneritos, del Movimientos de Trabajadores Excluidos (MTE), en Villa Caraza, Lanús. Rompieron todo a su alrededor, tiraron gas pimienta a los niños que estaban comiendo y varias personas resultaron heridas. Sin ninguna causa se llevaron 2 jóvenes detenidos, que estuvieron varias horas desaparecidos. Luego de que un grupo numeroso se mantuvo en la comisaría reclamando, se informó su paradero y a la madrugada fueron liberados. Además de las detenciones y el ataque a niñas y niños, otra víctima fue Laura Zaracho, cocinera del merendero, que tras ese suceso, perdió el embarazo.
Seis años después, Kravetz, que nunca pagó por aquel daño, sigue en el cargo y en política. Pero ante todo sigue mintiendo. Actualmente los dos responsables del crimen, que no son menores, se encuentran detenidos. Un día después del asesinato de Morena, y ya con la desvinculación de los menores detenidos por no haber sido autores del crimen, Kravetz, en un duro cruce con Ernesto Tenembaum, no solo insistió en vincular a Natalia Zaracho con el asesinato solo por haber defendido a un menor contra el abuso policial, sino buscando justificar dicha detención y seguir implicando al menor para hacer un uso político buscando promover el relato sobre la edad de imputabilidad, como si esa fuera la solución del problema.
En la entrevista, Kravetz primero insiste en que el joven de 14 años estaba vinculado a los asesinos, y que era parte de una asociación donde el confesaba para aprovecharse de ser menor, incluso se remitió a un informe judicial inexistente diciendo que eso habría declarado. Sin embargo, media hora después, también en Radio Con vos, Gustavo Grabia entrevisto a la fiscal Bussano, quien desmintió a Kravetz. No había ninguna declaración del menor detenido, ni aparecía en ningún video. Kravetz mintió.
Al momento de terminar esta nota, recibimos la información sobre la represión en el obelisco y la posterior muerte de Facundo Molares. El embrutecimiento de las salidas violentas y represivas avalando el abuso policial tiene resultados inmediatos, mientras la empatía brilla por su ausencia.
:::Ramiro Giganti (ANRed):::