Ayer la Corte Suprema de Justicia ratificó el fallo contra la ex presidenta que la condena a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. «Este triunvirato de monigotes responde a mandos naturales muy por arriba de ellos: el poder económico concentrado de la Argentina» dijo Cristina.
Los propios funcionarios del gobierno habían dicho que no se podía detener a Cristina Fernández de Kirchner. Las más sobresalientes declaraciones fueron las del ministro Cuneo Libarona afirmando que «no había nada» para condenarla.
No es casualidad que la sentencia llegue con la presentación de su candidatura para las elecciones de octubre ante una segura victoria en la tercera sección electoral, que aún no había sido oficializada en la justicia electoral.
Tras el fallo, Cristina dijo ante una multitud en la sede del PJ Nacional: «la verdad es que esta Argentina que gobierna Milei no deja de sorprendernos, porque al cepo del salario le agregaron el cepo al voto popular».
«Este triunvirato de monigotes responde a mandos naturales muy por arriba de ellos: el poder económico concentrado de la Argentina» agregó. «Ese poder a los pocos días del intento de asesinarme, tituló: «La bala que no salió, el fallo que sí saldrá».»
Mientras se conocía el fallo de la Corte Suprema, la militancia concentraba en torno a Cristina, y aparecían las primeras expresiones de acción directa de algunos grupos militantes y sindicatos que salieron a bloquear avenidas y autopistas, tanto en Capital Federal como en diversas provincias del país.
La condena de CFK no tiene relación con la investigación judicial en curso, repleta de irregularidades. Fueron los propios funcionarios del gobierno quienes reconocieron que no se podía detener a Cristina. Las más sobresalientes declaraciones fueron las del ministro Cuneo Libarona sincerando que «no había nada» para condenarla.
No es casualidad que la sentencia llegue con la presentación de su candidatura para las elecciones de octubre ante una segura victoria en la tercera sección electoral, que aún no había sido oficializada en la justicia electoral.
La proscripción de CFK es la alianza del poder judicial con ansias de revancha, junto con el gobierno que se anima a avanzar contra las bases democráticas.
Tras el fallo, Cristina dijo ante una multitud en la sede del PJ Nacional: «la verdad es que esta Argentina que gobierna Milei no deja de sorprendernos, porque al cepo del salario le agregaron el cepo al voto popular».
«Este triunvirato de monigotes responde a mandos naturales muy por arriba de ellos: el poder económico concentrado de la Argentina» agregó. «Ese poder a los pocos días del intento de asesinarme, tituló: «La bala que no salió, el fallo que sí saldrá».»
Mientras se conocía el fallo de la Corte Suprema, la militancia concentraba en torno a Cristina, y aparecían las primeras expresiones de acción directa de algunos grupos militantes y sindicatos que salieron a bloquear avenidas y autopistas, tanto en Capital Federal como en diversas provincias del país.
Cristina se refirió a la militancia para que «vuelvan a esos colectivos sociales a militar». En otras oportunidades, ella misma llamó a calmar las aguas y a «no hacer el juego a la derecha».
«Que quilombo se va a armar», volvieron a cantar las juventudes reunidas en la sede. Queda en pie, cómo va a reaccionar todo el arco popular ante este hecho.
FUENTE: ANRed