lunes, diciembre 29

Entre brindis, abrazos y memoria: Defensa y Justicia y los recuerdos que Florencio Varela revive cada fin de año

Cuando el año se apaga y llegan los balances, Florencio Varela vuelve a mirarse a sí misma. En mesas familiares, charlas entre vecinos y recuerdos que reaparecen con el brindis, hay momentos que se repiten. Para muchos, Defensa y Justicia es parte de esos recuerdos felices: un club que sacó a la ciudad del anonimato, la puso en el mapa y regaló alegrías que todavía se nombran en voz alta.

Cada cierre de año activa una memoria particular. No es la de los actos oficiales ni la de los discursos preparados, sino la que aparece entre brindis, fotos viejas y charlas largas. Cuando El Vespertino preguntó qué hechos marcaron a Florencio Varela, Defensa y Justicia apareció una y otra vez, asociado no solo al fútbol, sino a la identidad y al orgullo local.

“La bisagra entre antes y después, a mi entender, se produce en 1978 cuando la AFA le da la filiación a Defensa y Justicia”, escribió José Ferrer. “Desde entonces Florencio Varela comenzó a conocerse en el AMBA, luego en todo el país. Hoy Sudamérica conoce o le resulta familiar FV por Defensa y Justicia”.

En esa frase hay algo más que una fecha: hay la idea de un comienzo, de un punto desde el cual la ciudad empezó a ser nombrada.


El ascenso que cambió la forma de mirarse

Para muchos vecinos, el recuerdo más nítido llega con el ascenso. No hace falta explicar demasiado. “El ascenso de Defensa”, resumió David Escobar, como si con eso bastara.

Ese momento también transformó lo cotidiano. “El ascenso de Defensa a Primera hizo que los clubes llamados grandes empezaran a jugar en nuestra ciudad, algo que solo se veía por TV”, recordó Cristian Miranda. “Ahora se hizo habitual y todos esos clubes juegan en nuestra cancha. Partidos transmitidos al mundo”.

El fútbol dejó de ser algo que pasaba lejos. Pasó a suceder en casa.


Las noches inolvidables y los títulos

En muchos hogares de Varela, las fiestas de fin de año todavía se mezclan con recuerdos de partidos, goles y festejos. “Dos copas sudamericanas por el Halcón de Varela”, escribió Mario Casco, con el tono de quien todavía no termina de creerlo.

Otro vecino lo dijo sin vueltas: “Que Defensa ganó la Sudamericana y la Recopa Sudamericana en pandemia”, señaló Cristian Miranda. Fueron festejos atípicos, atravesados por un contexto difícil, pero no por eso menos intensos.

“Defensa campeón y re campeón, inolvidable”, resumió Alba Helena.


Cuando el nombre de la ciudad empezó a viajar

Para muchos, la alegría no fue solo futbolera. Fue identitaria. “Defensa y Justicia en Primera, Varela es conocida en el mundo”, afirmó Raúl Carpinetti.

Esa sensación de reconocimiento aparece una y otra vez. “Creo que la afiliación de Defensa marcó un hecho histórico en nuestra querida ciudad”, sostuvo Patricia Ángela Reynoso.

En los relatos, Defensa no es solo un club: es una forma de decir “acá estamos”.


El club dentro de una memoria más grande

Algunos vecinos integran esos recuerdos deportivos dentro de una mirada más amplia sobre los avances de la ciudad. “Positivo: hospitales, universidad, pavimentos, parques, Defensa y Justicia campeón, escuelas, jardines”, enumeró Néstor Fabián Recalde.

Defensa aparece ahí, mezclado con obras, derechos y crecimiento. Como parte de una misma historia.


El brindis final

En Florencio Varela, el fin de año no es solo despedida. Es memoria. Y en esa memoria, Defensa y Justicia ocupa un lugar especial. No porque borre otras historias, sino porque regaló algunas de las pocas alegrías compartidas que todavía se cuentan con una sonrisa.

Tal vez por eso, cuando llegan las doce y se alzan las copas, alguien siempre vuelve a decirlo:
“¿Te acordás cuando Defensa salió campeón?”

Y por un momento, toda la ciudad vuelve a festejar.

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