El malestar proviene de la condición mortal del ser humano, del poder de la naturaleza y de los vínculos sociales. En Argentina, el 18,5 % de la franja etaria que va de los 15 a los 17 años padece inseguridad alimentaria, mientras que el 16,1 % está en peor situación porque esta condición es severa, según un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) y la Fundación Alimentarios Argentina. En medio de este panorama desolador, muchos jóvenes ven el juego como una forma rápida de ganar dinero o como una actividad socialmente aceptada y emocionante. Pero, una cosa es escribirlo/decirlo y, otra muy distinta, es vivirlo… En esta nota, los pibes varelenses, dan el puntapié inicial en la batalla contra esta adicción.
La adicción al juego en la adolescencia es una enfermedad adictiva que se caracteriza por un fracaso crónico y progresivo en resistir los impulsos de jugar apostando dinero, al igual que en el caso de otras adicciones. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) es una enfermedad emocional.
Los estudiantes del Colegio Sallares de Florencio Varela le pusieron voz a la preocupación de la Generación Z y la Generación Alfa, compartiendo sus ideas para detener el progresivo aumento en el consumo de juegos.
Los pibes, dando cátedra de cómo legislar
El perfil del adolescente que consume este tipo de actividad, encontramos que se sitúa principalmente en el rango de edad de 14 a 18 años. Estos jóvenes son atraídos por la inmediatez de la recompensa y la falsa sensación de control sobre los resultados del juego. Además, la participación en juegos de azar puede entenderse como un continuo, desde la participación ocasional y recreativa hasta la implicación excesiva y compulsiva.
Para que nadie hable por ellos, los pibes del Sallares, en representación de sus compañeros, amigos, familiares y pares de Los Zeta y Alfas, se dieron cita en el marco del proyecto “Concejales por un Día” que lleva adelante el Honorable Concejo Deliberante de Florencio Varela –encabezado por Gustavo Rearte- y permite a los estudiantes desempeñar el rol de ediles, debatiendo y proponiendo soluciones a las problemáticas que ellos mismos identifican en su entorno.
“Es fundamental abordar esta problemática desde una edad temprana para prevenir su desarrollo. Trabajar la prevención de la ludopatía desde las escuelas es crucial, ya que un entorno donde los adolescentes pasan gran parte de su tiempo y donde pueden impartir programas educativos sobre los riesgos del juego compulsivo, al incluir la prevención de la ludopatía en currícula escolar, se puede concientizar a los jóvenes sobre los peligros de juego y brindarles herramientas para evitar caer en una adicción, para evitar caer en esta adicción”, afirmó Maximiliano Acosta.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió en la 10ª Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) el juego patológico (o ludopatía) como el trastorno que consiste en la presencia de frecuentes y reiterados episodios de juegos de apuestas, que dominan la vida del enfermo en perjuicio de los valores y obligaciones sociales, laborales, materiales y familiares de este (OMS, 1992). Aquí, los enfermos describen, la presencia de un deseo imperioso e intenso a jugar que es difícil de controlar, junto con ideas e imágenes insistentes del acto del juego y de las circunstancias que lo rodean. En esta patología se suelen encontrar las mismas características que en otras adicciones. La adicción al juego de azar es en la actualidad la más característica de las adicciones no tóxicas, teniendo presente que lo que caracteriza a una adicción sin droga no es el tipo de conducta implicada, sino el tipo de relación que el sujeto establece con ella.
“Considero oportuno que el control necesario sea mediante pidiendo el DNI y escaneando el código de barras que este presenta en frente, en donde acá se puede reconocer que está el número de trámites, el número de ley, el número de apellido de la persona y la fecha de nacimiento originales. A este método lo considero muy eficaz debido a que varios adolescentes suelen falsificar el DNI y cambiarle el número de DNI y el nombre y apellido y la fecha de nacimiento, pero en cambio el código de barra es algo mucho más complejo y difícil de cambiar en mi opinión”, acotó Daniela Castro.
A diferencia de épocas pasadas, el incremento del consumo de juego se da de forma online y apuestas deportivas que se atribuye a múltiples factores. Estos incluyen la liberalización del sector por parte de los gobiernos, el aumento del gasto en entretenimiento, el cambio de percepción social sobre el juego, la publicidad intensiva y el patrocinio de eventos deportivos, entre otros. Además, la llegada de Internet ha permitido un fácil acceso a estas actividades, lo que ha ampliado su alcance y disponibilidad.
Regular los discursos y las acciones
Argentina no tiene una ley nacional sobre juegos en línea. Hay 17 provincias que dictaron su propia legislación. El gran problema consiste en los sitios ilegales que no están sometidos a ningún control estatal haciendo publicidad por redes sociales donde incentivan a los adolescentes para que apuesten su dinero.
“Respecto a los controles de publicidad de los casinos, nadie habla mucho de que los influencers suelen promover demasiado la ludopatía, mediante promoviendo los casinos, por sólo rasgar un par de pesos, promueven casinos, por más que digan que si tienen que apostar con conciencia teniendo más de 18 años, estos no los hacen. ¿Por qué? Porque no tienen en cuenta que su público siempre es menor de edad. Se tendría que primero establecer una ley respecto a eso, a mi punto de vista, y que tenga un castigo, como sería una multa penal”, sentenció Acosta en su rol de edil por un día.
Sin embargo, Dylan Villalba hizo la salvedad de que “Los influencers promueven las acciones de apuestas en aplicaciones de uso para mayores de edad, como lo son Instagram, Facebook o alguna de esas aplicaciones (…) Ahora, la cosa está en que en los lugares de apuestas no es para mayores de 18 años”
Uno de los principales factores que contribuyen a la ludopatía en los jóvenes es la accesibilidad a través de dispositivos móviles y la publicidad agresiva. La omnipresencia de la tecnología en la vida cotidiana ha hecho que los jóvenes sean un segmento cada vez más vulnerable a los problemas relacionados con el juego. Muchos de ellos ven el juego como una forma rápida de obtener dinero o como una actividad socialmente aceptada y emocionante.
“Siempre que entramos [a un espacio virtual donde se publicitan los sitios de apuestas] dice que es para mayores de edad y en esto tenemos que trabajar nosotros, en los adolescentes y no enfocarnos más en los que son los adultos, porque lo que estamos hablando es de la ludopatía en los adolescentes, no de los mayores de edad”, acotó Mara Melivillo.
“Hay una participación de los padres que está incompleta o no está si hay menores usando aplicaciones de apuestas o hay menores viendo cosas que no tendrían que ver y… más cuando se trata sobre páginas para mayores de edad”, sentenció duramente el joven Villalba.
“Se podrían implementar acuerdos con las empresas proveedoras de publicidad en línea para que no permitan la promoción de juegos al azar en algunas plataformas. Pero también estaría bueno considerar el desarrollo de tecnologías que identifiquen y bloqueen automáticamente las publicidades relacionadas con el juego del azar”, aportó Daniela Castro.
A esta postura, Valentina Sosa retrucó que “es algo muy difícil intentar prohibir o sacar las publicidades, ya que es algo, no digo que imposible, pero sí algo bastante complejo (…) por más que se saquen o lo que sea, de una manera u otra los adolescentes van a buscar cómo volver a apostar o cómo volver a tener ese vicio. Entonces la intervención de los adultos ayudaría mucho más que hablar con las personas que son propietarias de estos links o casinos”.
Si en el juego presencial la ludopatía tarda en desarrollarse entre cinco y ocho años, según los especialistas, en la modalidad online los jugadores pueden engancharse compulsivamente en dos años o uno, e incluso en meses. En general, los adolescentes empiezan con las apuestas deportivas, que parecieran no ser de azar sino de conocimiento del deporte. Algunas familias, aunque conscientes de que sus hijos apuestan, no lo ven como algo problemático y ese es el principal asunto, si lo naturalizamos es muy complicado.
Comunidad educativa
La educación y la regulación son componentes esenciales, pero también se requiere de una fuerte conciencia e intervención en el ámbito familiar. Las escuelas deben incorporar programas de formación sobre los riesgos del juego y fomentar el uso responsable de la tecnología con perspectivas como la de UNESCO, que ya hace más de una década viene proponiendo este marco en clave de Alfabetización Mediática e Informacional.
“En las zonas educativas, como es un colegio, también podríamos informar sobre hacerse pasar por otra persona, concientizar en lo que puede llegar a generar eso. Porque hoy en día para las nuevas tecnologías es fácil hacerse pasar por otra persona para hacer cosas indebidas”, Alan Brandan.
“El Estado se tendría que hacer cargo de eso, más que nada porque es algo que viene, es para el bienestar de la sociedad, no para el bienestar de uno solo, sino para el bienestar de una multitud”, afirmó el joven Acosta y sumó “Tiene que ser no sólo del colegio, sino de los adultos responsables como los padres, ya sea tutor, madre, padre, hermanas mayores, también han pasado por algún problema de los que son recuperados por el problema de la ludopatía. Estaría bueno también que, más que nada, la desatención se forma mediante la tecnología, porque estamos todo el tiempo con el celular, nos extraemos que ya pasea porque nos lleva un mensaje, una notificación de algo, todo el tiempo queremos ver qué nos llega. Estaría bueno que también se tenga un control sobre la tecnología, que no sea todo el tiempo estar con el celular.
“Me gustaría considerar sobre el hecho de que los padres estén atentos psicológicamente cómo está el chico, si está cansado, si está estresado sobre el dato consumismo que tiene sobre los juegos de las apuestas. Así que me gustaría que los padres estén atentos sobre cómo actúa el chico psicológicamente” aportó Martín Gritty.
La virtualidad, lejos de ser algo separado de la realidad, se ha convertido en otro escenario donde los jóvenes interactúan, se expresan, aprenden y también enfrentan peligros que, en muchos casos, pueden tener un impacto psicológico, afectando su autoestima, habilidades sociales y desarrollo integral. En 37 minutos, los pibes del Sallares demostraron que están más preocupados, capacitados y ocupados de la problemática adolescente entorno a la ludopatía que muchos de los adultos que deberían estar trabajando para combatirla y prevenirla.
Esta fue simplemente una nota, donde mucho del rico debate que se dio en el recinto Islas Malvinas Argentinas del Honorable Consejo Deliberante de Florencio Varela quedó afuera por cuestiones de espacio. Mas no deja de ser un grano de arena en una enorme playa virgen por explorar para combatir una problemática que está delante de nuestros ojos aunque no creamos verla.