Invirtiendo un poco más de 2 millones y medio de pesos, en 20 días, tendrías 30 tenders vertical, 5 smart tv de 32″, 5 smart tv de 43″, 3 celulares Samsung A16, 10 pavas eléctricas, 5 bicicletas rodado 29 para revender… La propuesta era tentadora. Los emprendedores hacían la transferencia de dinero, pero el tiempo de espera acordado, los productos no aparecían. Las excusas habría comenzaban a sobrar y hasta las amenazas habrían sido herramienta previa al bloqueo telefónico y la fuga del acusado.
El «cuento del tío» se refiere a un tipo de estafa común en América del Sur, donde los delincuentes engañan a la víctima con una historia creíble para robarle dinero u objetos de valor. Un punto básico es la explotación de la confianza o ambición: el estafador busca generar confianza y la promesa de una ganancia fácil.
El vecino D. conoció a Ivan Gariaschi, por intermedio de la mujer de su hijo y su hijo ya que la hermana de su nuera es la esposa del denunciado, quien vende electrodomésticos mediante sus historias de Whatsapp.
El 25 de julio de 2025, D. transfirió, desde su cuenta de Mercado Pago, la suma de $ 1.900.000 y luego con fecha 29 de agosto de 2025, de $ 675.000. Ambas transferencias, según consta en la denuncia ante la Justicia, habrían sido a la cuenta de Garlaschi. Con estos «pagos», el supuesto vendedor mayorista pacta la entrega de los electrodomésticos a los 20 días hábiles. Sin embargo, al llegar la fecha, nada se cumplió.
El supuesto vendedor habría pedido 3 días de gracia para poder hacer la entrega; pero, nuevamente, los electrodomésticos no aparecieron. Quince días más pasaron y el damnificado volvió a reclamarle y -otra vez- habría habido promesa de entrega en el fin de semana. El finde pasó, el reclamo volvió y el bloque telefónico le cayó al damnificado.
Sin respuestas del vendedor, el damnificado y su pareja se habría comunicado con la esposa del -ahora- inubicable Iván. Ante este camino sin salida, la pareja del supuesto vendedor habría afirmado que cuando tuvieran la plata los iban a desbloquear y pasarles el dinero y haría agregado que los desbloquearían «para no hacerles nada. Que agradecieran que son parientes de P, porque si no hubieran arreglado de otra forma»…
De esta forma Iván y su pareja habría acordado un día para la devolución del dinero, pero no solo no sucedió sino que la pareja del vendedor, ese día habría dicho que «Iván había desaparecido».
Si bien en redes sociales existen publicaciones donde cuentan historias similares con el mismo sujeto, las denuncias formales no se realizan. Consultados por El Vespertino del porqué de esta situación, los damnificados afirman tener miedo pues se trataría de «gente pesada» y piden mantener sus identidades en el anonimato.
