martes, julio 15

“Las mujeres lo han perdido todo”: la violencia sexual y de género es una práctica sistemática de soldados y civiles israelíes, según un informe de la ONU

La atrocidad es total. Durante 49 páginas, el último informe de Naciones Unidas es contundente. La violencia perpetrada por las Fuerzas de Ocupación de Israel* hacia mujeres y niñas Palestinas es sistemático e incentivado abierta y públicamente por las autoridades sionistas. La información recopilada incluye fotografías y videos tomados por los soldados y colonos que registran humillaciones, violaciones y, en ocasiones, profanación de cuerpos. Ellos mismos lo suben a sus redes sociales. El texto incluye testimonios en primera persona, día, hora y calles o centros de detención donde fueron cometidos los crímenes. Indican que en múltiples ocasiones tienen también identificadas a las brigadas y soldados en cuestión. Sin embargo, nada puede hacerse. A pesar de que, “la Comisión concluye que la violencia sexual y de género tenía como objetivo no solo humillar, castigar e intimidar a los palestinos individualmente, sino también a la población civil en su conjunto, con el objetivo de subordinar, destruir y expulsar a la comunidad palestina” (traducción no oficial), Naciones Unidas se limita a enumerar una serie de indicaciones al final del documento, dirigido a las autoridades Israelíes. Las información recopilada es también es similar a la de los informes de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, B’Tselem, Addameer, Amnistía y Healthcare Workers Watch, quienes también han denunciado violencia sexual y reproductiva. Occidente presencia (y financia) un genocidio transmitido en tiempo real y se limita a hacer sugerencias. El precio lo pagan las mujeres y niñas Palestinas, quienes resisten la ocupación sionista en su cuerpo-territorio.

Durante los últimos 20 años el número de muertes de mujeres de Gaza ha ido en aumento, en particular desde el 7 de octubre del 2023. Según indica el informe, la finalidad de la violencia sexual y de género es tomar represalias y castigarlos colectivamente por los ataques perpetrados por el ala militar de Hamás y otros grupos armados palestinos en el sur de la Palestina Ocupada el 7 de octubre.

Para las Fuerzas de Ocupación sionistas, todos los hombres adultos palestinos en Gaza son miembros de grupos armados y, por lo tanto, objetivos legítimos, incluidos niños y bebés. Esta narrativa de “nadie es inocente” es compartida por el sionismo internacional. El presidente israelí, Isaac Herzog, declaró que la moralidad de las “Fuerzas de Seguridad” estaba siendo puesta a prueba y que consideraba que el odio contra los terroristas palestinos era «comprensible y justificado» (traducción no oficial). También tenemos ejemplos en Argentina: el vicepresidente de la DAIA Sergio Pikholtz posteó en la red social X que «no hay civiles inocentes en Gaza» y luego agregó el pedido de actuar «Sin piedad con los asesinos de judíos».

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Lo cierto es que familias enteras en Gaza han sido asesinadas juntas en sus casas en cifras sin precedentes. Los trabajadores de prensa de Gaza informan que, luego de los períodos de intensos bombardeos, desde la morgue se llama para que vengan a retirar los cuerpos. Sin embargo, nadie acude. Desde el niño más pequeño hasta los abuelos de la familia han sido asesinados dentro de sus hogares o en tiendas de campaña en campos de refugiados.

El informe indica que, durante el mes de octubre de 2023, más de nueve de cada diez mujeres y niños asesinados se encontraban en edificios residenciales, y el 95% de las mujeres fueron asesinadas junto con al menos un hijo.

Desde el 9 de octubre a la fecha, se habla del asesinato de 58687 personas, de las cuales, 12400 son mujeres, 18000 son niñeces y 228 trabajadores de prensa. Recientemente, un estudio publicado en Harvard Dataverse revela que Israel ha “desaparecido”, mayormente bajo los escombros, al menos a 377,000 palestinos desde el inicio de su campaña genocida contra la Franja de Gaza en 2023. Calculan que la mitad, son niños.

Esto se condice, además, con los testimonios como el del periodista Moamen Abo Alouf, quien junto a integrantes de defensa civil, notaron la utilización de un tipo de misil que enterraba casas enteras bajo tierra, con todos sus integrantes dentro. Fue imposibles rescatarlos ya que, Israel ha destruido hasta la última topadora de la Defensa Civil.

El censo preliminar del Ministerio de Obras Públicas y Vivienda en Gaza identificó alrededor de 250 mil unidades afectadas, de las cuales 170 mil fueron demolidas por completo y 80 mil quedaron inhabilitadas para su uso. Según el periódico estadounidense The Nation, sólo remover los escombros saldrá 700 millones de dólares y reconstruir Gaza saldrá 80 mil millones. La ONU cree que tardará 16 años en reconstruirse, si los ataques cesan, claro.

Violencia sexual y de género

La investigación citada al comienzo de esta nota concluyó que las autoridades israelíes han destruido parcialmente la capacidad reproductiva de los palestinos en Gaza como grupo, incluso mediante la imposición de medidas destinadas a impedir los nacimientos, una de las categorías de actos genocidas contempladas en el Estatuto de Roma y la Convención sobre el Genocidio.

El informe es también contundente, la violencia sexual no es únicamente dirigida hacia mujeres y niñas, también son los hombres, jóvenes y niños prisioneros palestinos: Ellos son forzados a la desnudez prolongada e injustificada dentro de centros de detención. Pero la violencia sexual incluye actos, filmados y publicados en redes sociales por los perpetradores como, por ejemplo, orinarlos, introducirles varillas metálicas por el pene, golpearlos particularmente en los genitales, introducirles dedos, verduras, palos o violarlos analmente.

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“La Comisión documentó casos de violación y agresión sexual contra detenidos varones, incluyendo el uso de una sonda eléctrica para causarles quemaduras en el ano y la introducción de objetos, como dedos, palos, escobas y verduras, en el ano y el recto. Una víctima, detenida en Sde Teiman, relató a la Comisión los graves maltratos sufridos, como haber sido suspendida del techo de modo que solo las puntas de los dedos de los pies tocaran una silla y haber sido golpeada con herramientas durante horas. Durante el abuso, le introdujeron repetidamente una herramienta metálica en el pene hasta que empezó a sangrar y se desmayó. La víctima declaró a la Comisión: Me llevaron a una sala de interrogatorios y me colgaron de los brazos a la espalda. Los dedos de los pies apenas tocaban el suelo. Un guardia me introdujo una vara metálica en el pene varias veces, unas veinte en total. Empecé a sangrar. El dolor era insoportable, pero la humillación era peor”. La traducción no es oficial.

De la misma forma, la Autoridad Palestina informó sobre la introducción forzada de objetos extraños en la vagina y año de mujeres detenidas. Varias víctimas requirieron cirugía luego de las agresiones y para remover dichos objetos. Algunas no sobrevivieron. A otras, se les negó la atención médica como una forma más de tortura. Se ha documentado agresiones sexuales a niños y jóvenes Palestinos “detenidos” en centros de tortura israelíes.

Durante el genocidio, se profundizan las desigualdades de género preexistentes

Por lo menos, 10 mil familias se han quedado sin su sostén económico porque el 25% de los mártires era padres de familia y el único sostén de la misma. «Mi esposo murió en la guerra de 2009. Crie a mis hijos sola y no fue fácil. Era la única responsable de alimentar y vestir a cinco niños. También perdí a mi hijo en esta guerra. Me llena de dolor y lloro todos los días pensando en el hijo que perdí. Ojalá pudiera estar en un lugar seguro con mis hijos», relata una mujer a la comisión investigadora de Naciones unidas.

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Las mujeres son las principales cuidadoras de niños, familiares con discapacidad o enfermedad, y familiares mayores que no pueden evacuar, y por lo tanto, tienen mayor probabilidad de quedarse mientras otros evacuan. Además, el colapso de la infraestructura, la falta de necesidades básicas y el hacinamiento en los espacios habitables aumentan las responsabilidades de cuidado de las mujeres y las niñas cuando las familias se desplazan y, en consecuencia, el número habitual de horas dedicadas a las actividades domésticas aumenta. Trabajadoras humanitarias alertan además que la violencia de género, incluida la violencia de pareja, sigue siendo una amenaza para muchas mujeres en Gaza. “Los riesgos se han visto exacerbados por las restricciones a la libertad de movimiento de las sobrevivientes, la falta de privacidad, la escasez de recursos y el colapso de los proveedores de respuesta preexistentes, como los refugios y las líneas telefónicas de emergencia”.

La destrucción de la infraestructura hace que sea imposible acudir a centros de ayuda por motivos de violencia de género y otros dispositivos de ayuda que existían, ya sea porque los mismos han sido bombardeados o porque no hay manera de recorrer tales distancias.

«¿Cómo quieren que las violemos? ¿Una por una o todas juntas?»

Es la pregunta que le hizo un soldado a un grupo de mujeres Palestinas que fueron interceptadas cuando buscaban alimentos, documentado por Naciones Unidas.

Estas son algunas de las prácticas cotidianas por parte de las Fuerzas de Ocupación hacia las mujeres Palestinas que se documentaron:

-Ingresar a sus hogares en grupo y mantenerlas cautivas durante horas.

-Los soldados se han fotografiado utilizando ropa interior de mujeres Palestinas a modo de humillación y las han publicado en redes sociales.

-Obligarlas a quitarse el velo y a desnudarse frente a soldados varones o frente a hombres o familiares de la víctima.

-Abusar de ellas frente a sus hijos.

-Abusar o castigarlas como modo de humillación al hombre de la familia, quien no podría hacer nada para evitarlo.

-Amenazas con asesinar a sus hijos si ellas no cumplían las órdenes que se les daban.

-Interceptarlas en la calle junto a sus hijos, separarlos, disparar y tener a la mujer varias horas o días en la incertidumbre de si sus hijos fueron asesinados o fue un “simulacro”.

-Una vez detenidas, obligarlas a la desnudez forzada durante horas, inclusive en climas fríos. Someterlas a revisiones corporales cada tres horas, incluyendo el manoseo y la revisión de sus genitales.

-Prohibirles bañarse y utilizar compresas. Burlarse de las que estuvieran menstruando. Fotografiarlas y subir las imágenes a redes sociales.

Maternar y sobrevivir el genocidio

Ver morir a sus hijos y no poder hacer nada para evitarlo es otra de las formas de tortura. Como hemos visto, los niños son objetivos claros en la ocupación. Médicos y trabajadores humanitarios denuncian frente a tribunales internacionales que los niños llegan a los hospitales de campaña o a los centros de salud que han sido parcialmente reconstruidos, con balas alojadas en cabeza y tórax.

La Comisión investigadora de Naciones Unidas recopila testimonios de mujeres que habían enfrentado la hambruna y la inanición mientras estaban embarazadas o lactando. Ellas señalaron la falta de acceso a alimentos y agua potable, combinada con múltiples desplazamientos y el duelo por la pérdida de miembros de la familia. Estas dolencias agravaron su sensación de ansiedad y estrés, afectándolas a ellas y a sus bebés. El impacto del estrés y la falta de alimentos y agua en la lactancia fue confirmado por varios profesionales médicos.

Varias mujeres informaron a la Comisión que no habían podido continuar produciendo leche materna debido a la falta de alimentos y al efecto psicológico de las operaciones militares y el asedio. Esto también fue confirmado por profesionales médicos. A esto se suma que desde la segunda semana de junio hay escases total de leche de fórmula, imprescindible para alimentar a recién nacidos, también utilizada como medicación para combatir las graves desnutriciones que sufren las infancias en Gaza, dado la falta de otros insumos médicos.

El bloqueo del acceso y la disponibilidad de atención de salud reproductiva trae como consecuencia dar a luz en Gaza sea altamente peligroso: No hay acceso a atención neonatal, prenatal o post-parto. No hay equipo básico para el parto, como fórceps, ni medicamentos cruciales como los antihipertensivos para tratar condiciones comunes y graves como la preeclampsia. Como resultado, la morbilidad materna, los mortinatos y los abortos espontáneos han aumentado, así lo indican los profesionales de la salud y otros trabajadores humanitarios.

Gracias a los bombardeos, hay maternidades enteras que han sido destruidas. Se reportan bebés prematuros compartiendo incubadoras, mujeres que han sido dadas de alta tras cesáreas de riesgo antes del tiempo estipulado, dado la falta de camas y la abundancia de pacientes de gravedad.

El informe documenta mujeres que han sido desplazadas horas después de haber sido sometidas a una cesárea, teniendo que caminar varios kilómetros luego de parir.

Un profesional médico explicó a Naciones Unidas que las mujeres llegaban a los hospitales pidiendo al personal médico del hospital que produjera certificados de nacimiento para sus recién nacidos entregados en carpas en campos de desplazados internos. También recopilan testimonios de mujeres que explican que sus maridos han estudiado con videos en internet cómo recibir a sus hijos durante el parto en campos de refugiados.

“La Comisión entrevistó a un obstetra que habló sobre las muertes de pacientes embarazadas que había tratado, a quienes se refirió como víctimas indirectas de la guerra. Varias de estas muertes se debieron a la falta de medicación y tratamiento adecuados. También destacó que muchas de sus pacientes pre y postnatales estaban desnutridas o debilitadas por enfermedades e infecciones. En un caso, una mujer embarazada en sus primeros 30 años murió en el Hospital Emirati en Rafah debido a una infección (septicemia) tras una cesárea complicada. El obstetra también habló sobre otra mujer embarazada que trató en el Hospital Europeo; la mujer, que era diabética, murió debido a la falta de medicación y tratamiento adecuados”, la traducción no es oficial.

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Sin embargo, esta situación afecta también a mujeres y jóvenes en edad reproductiva: según el informa, los ataques directos a los establecimientos de salud que ofrecen servicios de salud han impactado a unas 540.000 mujeres y niñas en edad reproductiva en Gaza.

Según un informe emitido por ONU Mujeres en septiembre de 2024, las infecciones del tracto urinario afectaron a más del 90% de las mujeres a las que entrevistaron. “Una partera entrevistada por la Comisión explicó que las infecciones vaginales y del tracto urinario se habían vuelto comunes debido a las malas condiciones sanitarias, incluyendo la falta de acceso al agua y ropa interior limpia, y la necesidad de que las mujeres esperaran en fila durante horas para ir al baño. Otra dificultad que causó la falta de higiene fueron las infecciones en los senos de las madres lactantes (mastitis)”.

La lista sigue, la violencia perpetrada es realmente interminable.

Palabras finales

Fue una sorpresa para quien escribe encontrarse con tanta información disponible. Será que aun tengo algo de fe en la humanidad, pero es que realmente pensé que debido al bloqueo y a la intensificación de las operaciones terrestres sobre Gaza, habría una irrupción en la información, que las autoridades internacionales no podrían considerar el testimonio en vivo del pueblo Palestino publicado en redes sociales como “información verificada”.

Pero no, la documentación recopilada es concluyente y en reiteradas ocasiones en el informe se indica que se tienen identificados a los soldados o brigadas criminales en cuestión (a esta altura, podría decirse que son todas sin temor a equivocarse). También se da cuenta de la sistematización e incitación a la violencia por parte de las autoridades israelíes sobre la población Palestina. Hay órdenes explícitas para agredirles y un aparato de complicidad para que tanto soldados como colonos y “otros civiles”, como los nombran en el informe, actúen con impunidad.

La pregunta que me hago inmediatamente es ¿Qué más tiene que pasar para que las autoridades internacionales hagan ALGO para frenar el genocidio? ¿Acaso Israel logró demostrar que el derecho internacional no sirve de nada? ¿O que las democracias occidentales son realmente cómplices por omisión? ¿Logró Israel la complicidad de las Naciones Unidas o sólo pudo demostrar su incapacidad absoluta?

Gobernar, el arte de confundir. Mientras los organismos internacionales siguen haciendo nada o financiando activamente el genocidio y lucrando tanto con “la guerra” como con la ayuda humanitaria, los pueblos del mundo se levantan contra el que realmente será el capítulo más difícil de explicar para las futuras generaciones. Porque de este genocidio no se puede negar que sí sabíamos que estaba sucediendo.

Gaza, Gaza, Gaza.

*El informe nombra a las Fuerzas de Ocupación de Israel como Fuerzas de Seguridad, aunque en simultáneo menciona a Israel como una “entidad ocupante”.

Ver enlace del informe, o el PDF directo.

:::Ariadna Wdowiak para ANRed:::

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