Una consulta abierta de El Vespertino en redes reveló que la mayoría de los varelenses se sienten inseguros, aun con mayor presencia policial. Las quejas apuntan a la falta de respuestas, la Justicia y el abandono urbano.
Durante la última semana, El Vespertino lanzó en sus redes sociales una consulta abierta: ¿Te sentís seguro en tu barrio? ¿Cambió algo en los últimos meses? ¿La presencia policial da seguridad? Las respuestas no tardaron en llegar. Cientos de vecinos compartieron su mirada sobre una realidad que, según la mayoría, no mejora y genera cada vez más desconfianza.
🔹 “No es cuestión de más policías, sino de leyes que sirvan”
Muchos vecinos coincidieron en que la inseguridad no se resuelve solo con más patrulleros, sino con cambios de fondo en la Justicia y la aplicación de las leyes.
“No es cuestión de más o menos policías, sino de que cambien las leyes y den más poder a la Policía”, opinó Mariano Olivera.
Rosi Espindola agregó: “La policía está, pero el problema es la justicia: entran y salen enseguida.”
🔹 Presencia policial sin resultados
Algunos reconocieron más operativos y móviles en las calles, aunque con poco efecto real.
“Antes venían una o dos veces por mes, ahora dos veces por semana… y justo desde que aumentaron las multas. Pero nunca se llevan a nadie”, ironizó Andrea Rodríguez.
“Sí, veo más policías, pero los robos son peores. Es una burla”, escribió Gabby Oïo.
🔹 Iluminación y abandono urbano
La falta de luminarias, calles rotas y mantenimiento urbano también fue parte del reclamo.
“Edesur sacó una luz hace ocho meses y el municipio nunca la repuso”, contó Graciela Cano.
“Roban neumáticos a cualquier hora y no hay luces en varias cuadras”, sumó Clau Ledesma.
🔹 Drogas y desconfianza
Otra preocupación fue la venta de drogas en la vía pública y la presunta complicidad policial.
“En Don José hay un búnker y la policía pasa y no hace nada”, denunció Jorge Alejandro.
“En la esquina de mi casa se drogan todos los días y la policía pasa y ni bola”, contó Cristian Bustos.
🔹 Alarmas vecinales y autogestión
En algunos barrios, los vecinos decidieron organizarse por su cuenta.
“Tuvimos que poner alarmas comunitarias entre los vecinos para al menos avisarnos cuando pasa algo”, relató Norma Marchioni.
🔹 Entre la bronca y la resignación
Los comentarios oscilaron entre la indignación y el cansancio.
“Varela es como un barrio privado, pero privado de seguridad”, ironizó Leonardo Díaz.
“Si cambió algo, fue por las elecciones. Después vuelve todo igual o peor”, opinó Blanca Méndez.
🔹 Una misma conclusión
De más de 30 testimonios, surge una conclusión clara: la inseguridad no solo no bajó, sino que la sensación de indefensión se profundizó.
Las calles oscuras, los robos frecuentes y la falta de respuestas oficiales alimentan un sentimiento que se repite en todos los barrios: la desconfianza.
Florencio Varela, una vez más, muestra que la seguridad no se mide solo por la cantidad de patrulleros, sino por la confianza —o la falta de ella— entre los vecinos, la policía y el Estado.