domingo, diciembre 7

“Mi madre de 65 años está prisionera en su casa”: un grito silencioso desde Villa Hudson, Florencio Varela

“Mi nombre es Ayelén, soy del barrio Villa Hudson, Bosques. Esta es mi calle”. Con esa frase, que suena a declaración de territorio —pero también a búsqueda urgente de auxilio— comienza el testimonio duro y conmovedor de una vecina que denuncia una realidad que muchos prefieren no ver. Su madre, jubilada, de 65 años, no puede caminar. Hace dos años que no sale de su casa: las calles no lo permiten. Cuando el cuerpo duele, el barro impide. Cuando necesita ir a terapias o a una consulta médica, las ambulancias no pueden ingresar…. Más que un relato personal: son las grietas de una ciudad olvidada.

Ayelén, vecina del barrio Villa Hudson, en la zona de Bosques, Florencio Varela, decidió contar públicamente algo que su familia vive todos los días. “Mi madre tiene 65 años, es jubilada y no puede caminar. Hace dos años que no sale de su casa. Las ambulancias no pueden entrar por el estado de la calle”, relata. Su testimonio describe un problema que, según distintos informes y relevamientos, se repite en varios sectores del distrito.

La calle donde vive —La Esmeralda, entre Charcas y Amenábar— es de tierra. Según el relevamiento de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, en distintas zonas periféricas de Florencio Varela “gran parte de las calles son de tierra y se complica el acceso al alejarse de las arterias principales”, con zanjas visibles y veredas irregulares (fuente: investigacion.unaj.edu.ar).
Medios locales también han informado que, tras lluvias, algunos barrios registran calles intransitables donde vehículos, incluidos remises o ambulancias, no siempre pueden ingresar (fuente: infosurdiario.com.ar).

Ayelén cuenta que realizaron reclamos solicitando primero asfalto y luego al menos nivelación de la calle para permitir el acceso del transporte sanitario. “No recibimos respuesta”, sostiene. Su objetivo al hacerlo público es simple: que la situación se vea, que se escuche.

La problemática del acceso en calles de tierra ha sido mencionada en distintos pedidos vecinales, como iniciativas que reclaman mejoras viales para garantizar tránsito seguro y accesibilidad de servicios esenciales (fuente: change.org). Asimismo, informes periodísticos destacan que todavía existen numerosas calles sin pavimentar en el distrito, lo que afecta el tránsito cotidiano, especialmente para personas mayores o con movilidad reducida (fuente: cronica.com.ar).

El caso de Ayelén no busca señalar culpables sino visibilizar una situación que, según registros públicos y publicaciones previas, afecta a muchas familias en barrios alejados de los centros urbanos. Es una historia que habla de accesibilidad, de salud y del derecho básico a poder salir de casa.

Su pedido hoy es un llamado a que la comunidad escuche y comparta su realidad.
Y que, a partir de esa visibilización, pueda llegar alguna respuesta.

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