Este 25 de diciembre, vecinas y vecinos del barrio Villa Hudson, en la localidad de Bosques, atraviesan la cuarta jornada consecutiva sin servicio de agua potable. La situación se da en una fecha sensible para la vida familiar y comunitaria, y vuelve a exponer una problemática estructural que ya tuvo antecedentes recientes en la zona.
La Navidad llegó seca a Villa Hudson. Este miércoles 25 de diciembre de 2025, habitantes del barrio ubicado en la localidad de Bosques, partido de Florencio Varela, cumplen cuatro días consecutivos sin suministro de agua potable. El corte afecta las tareas básicas de higiene, alimentación y cuidado, y se produce en un contexto de altas temperaturas y celebraciones familiares, donde el acceso al agua resulta indispensable.
Hasta el momento, no se informó oficialmente el motivo puntual del corte ni el plazo estimado de restitución del servicio. Vecinas y vecinos consultados por este medio señalaron que la interrupción comenzó el fin de semana previo a la Nochebuena y que, al menos hasta hoy, no hubo una normalización sostenida del suministro.
Un problema recurrente en el barrio
La situación no es nueva para Villa Hudson ni para otros sectores de Bosques. Existen antecedentes documentados que dan cuenta de reiterados episodios de falta de agua en la zona.
El 10 de enero de 2025, El Vespertino informó que, mientras el Municipio de Florencio Varela declaraba el estado de emergencia climática, vecinas y vecinos de Villa Hudson llevaban siete días consecutivos sin agua potable. En aquella oportunidad, la falta del servicio se extendió durante una semana completa, profundizando las dificultades cotidianas de las familias del barrio.
Un mes antes, en diciembre de 2024, este medio también había dado cuenta de un “seco festejo de fin de año” en Bosques, cuando el barrio atravesó cinco días sin suministro de agua en pleno cierre del año. Y en agosto de 2024, se registraron problemas de baja presión y cortes vinculados a labores realizadas por la empresa prestataria del servicio.
Estos antecedentes permiten observar un patrón de interrupciones reiteradas que, lejos de constituir hechos aislados, configuran una problemática persistente en el acceso a un servicio esencial.
Derechos básicos y vida cotidiana
El acceso al agua potable es un derecho humano reconocido por la Asamblea General de las Naciones Unidas y resulta fundamental para garantizar condiciones de vida dignas. Su interrupción sostenida impacta de manera desigual en los hogares, afectando especialmente a mujeres, niñas, niños, personas mayores y personas con tareas de cuidado, que suelen asumir la gestión cotidiana del agua cuando el servicio falla.
En fechas como la Navidad, la falta de agua no solo altera rutinas, sino que también limita la posibilidad de compartir comidas, mantener condiciones mínimas de higiene y atender necesidades básicas de salud. En barrios donde no todas las familias cuentan con recursos para comprar agua embotellada o trasladarse para acarrearla, la situación se vuelve aún más crítica.
Un reclamo que vuelve
Hasta el cierre de esta nota, no se habían difundido comunicados oficiales que expliquen las causas del corte actual ni las acciones previstas para resolverlo. La reiteración de episodios similares en un lapso relativamente corto vuelve a poner en agenda la necesidad de soluciones estructurales y de información clara y oportuna para la comunidad afectada.
En Villa Hudson, la Navidad sin agua no aparece como una excepción, sino como un nuevo capítulo de un problema que se repite. La persistencia de estos cortes plantea interrogantes sobre la planificación, el mantenimiento del servicio y la capacidad de respuesta ante situaciones que vulneran un derecho básico. Mientras tanto, el barrio espera que el agua vuelva a correr por las canillas y que la normalidad no sea, una vez más, apenas una promesa postergada.