En la mañana de hoy, delegados de las líneas de colectivos 159, 500 y 148, pertenecientes al conglomerado operativo del Grupo Micro Omnibus Quilmes S.A. en la zona sur del conurbano bonaerense, realizaron una reunión urgente en la sede del sindicato tras la profundización de la crisis en el transporte público de pasajeros.
Según los trabajadores, de los aproximadamente 1.200 empleados que conforman la dotación de la línea 159, solo cien cobraron su salario. En tanto, la línea 148 mantiene suspendido el servicio, y se evalúa que las demás podrían plegarse a la medida si no hay una respuesta concreta en las próximas horas.
Durante la reunión, llevada aldelante en el gremio del sector, se acordó una nueva instancia de diálogo para hoy a las 13 h con la cámara empresarial de transporte. El objetivo: intentar “destrabar” una situación que califican de crítica y que amenaza con paralizar todo el sistema. Además, los representantes sindicales informaron que se elevará un pedido conjunto al gobierno nacional y al ministro de Economía, Luis Caputo, a quien acusan de no atender ni resolver las problemáticas del sector.
Según los delegados, la bronca acumulada es generalizada: “vamos a meternos todos adentro las líneas 148, 500 y 159”, expresaron, en alusión a una posible medida de fuerza conjunta si no se produce una solución. En su diagnóstico, “todo el sistema de transporte público urbano está en una situación crítica y terminada; si el gobierno no libera el aumento del boleto o no compensa vía subsidio, la situación del servicio va a ser cada vez peor”.
¿Qué está en juego en la zona sur bonaerense?
Para la zona de Florencio Varela y otros partidos del sur del Gran Buenos Aires, esta reunión adquiere especial repercusión porque las líneas en conflicto tienen una densidad de usuarios diaria significativa y constituyen piezas clave del vínculo entre los barrios populares y el centro del trabajo o servicios. Si el servicio se interrumpe, los efectos se sienten rápido: trabajadores que no pueden llegar a sus empleos, estudiantes que pierden clases, vínculos sociales que se debilitan.
Los delegados señalan que ya fue pagada una parte mínima (100 compañeros de los ~1.200 de la 159) y que eso ha generado un nivel de crispación alto tanto en choferes como en pasajeros. No obstante, no pudimos constatar independientemente los números exactos de empleados afectados ni el detalle administrativo de las empresas involucradas.
El reloj cuenta
La reunión que está prevista para las 13 h entre el gremio y la cámara empresaria aparece como una última instancia antes de que se active una medida mayor. Los trabajadores afirman que si no hay una respuesta clara —liberación del aumento del boleto o una compensación estatal— el servicio “va a seguir empeorando”.
En ese sentido, la política tarifaria se perfila como una palanca clave: si el boleto no es reajustado, o si el subsidio no llega, las empresas denuncian que sostener la operación se vuelve inviable. No se encontraron datos públicos específicos de estas líneas que confirmen la cifra del pasaje en esta zona, aunque la brecha tarifaria entre lo que cuesta realmente y lo que se cobra se observa en diversos informes.
