De a pie

VENDEDOR AMBULANTE ENCUENTRA UN VESTIDO DE 15 Y LO DEVUELVE

La fiesta de 15 años es algo que no pocas familias sueñan y se sacrifican por ella. Entonces, si le compras el vestido a tu sobrina y te lo olvidas arriba del tren, te queres morir… Por suerte, en el Roca labura una persona honesta que decidió ubicar a la dueña y entregárselo en la estación Bosques. Acá te contamos quien es esa gran persona: Jorge Javier Ullua.


“Hoy nos pasó algo insólito, pasamos los peores 30 min de angustia. Fuimos a retirar el tan soñado vestido de 15 años de mi sobrina Sofia cuando volvíamos de Once, nos tomamos el tren vía bosques y bajamos en Ezpeleta. Al bajar del tren nos dimos cuenta que dejamos la caja con el vestido. Inmediatamente entre tanta desesperación fuimos a la boletería a contar lo ocurrido y dar aviso para que en las próximas estaciones revisaran el tren. Mientras el tren culminaba su recorrido en las estaciones las noticias eran malas. Nadie dejaba el vestido ni daba aviso de haberlo encontrado y el control del tren no lo veían en el vagón que habíamos indicado”, cuenta Gaby Sotto en su perfil de Facebook y agrega “Cuando el tren llega a Bosques nos dan la noticia de un vendedor ambulante Jorge Javier Ullua encontró el paquete con el vestido y lo dejó en la estación y esperó a que mi hermana fuera a buscarlo!! Gracias infinitas a este ejemplo de ser humano. Estamos agradecidos eternamente por tal acto de humanidad e integridad. Ojalá la vida te trate como te mereces y te dé el doble de la satisfacción que nos diste a nosotros. Quería con esta publicación reconocer la honradez de ésta persona”.
Sin embargo, a quien firma esta nota, no le asombra la actitud de Jorge Javier Ullua pues desde hace años es fuente confiable de información, es quien se preocupa por los familiares de aquel compañero vendedor ambulante que ya no está y necesitan ayuda, quien no puede hacer la vista gorda ante la falta de accesibilidad al tren para las personas discapacitadas, quien alerta por cambios inesperados o comenta cualquier situación que se den en las vías y crea de importancia para los vecinos… Y, es que para él, El Roca es algo más que unas formaciones de lata; pero, no los aburro más con mi bla bla y les dejo esta entrevista que le hiciera en el 2021 para que ustedes mismos lo conozcan:
– ¿Quién es Matias Ullua y cómo está compuesta su familia?
-Mi Nombre Jorge Javier Ullua. Conocido como Matías (mi apodo). Tengo 40 años y estoy casado con Luisa a quien conocí hace 23 años y es madre de mis tres hijos: Ludmila (21) Velentina (12) y Nehemias (2). Soy abuelo de Eliseo de dos añitos, también.
-¿En qué barrio vivís?
-Vivo en Bosques Norte desde que nací.
-¿Cómo es un día de trabajo en tu vida?
-Trabajo de vender ambulante en los trenes Roca. Mi recorrido es de Florencio Varela a Ranelagh. Hoy en día trabajo 12 horas para poder ganar el sustento para mi familia.
-¿Hace cuánto te dedicas a esto?
-Soy vendedor desde el año 1999.
-¿Qué cosas positivas te ha dado tu trabajo y qué negativas?
-Cosas positivas: amigos, hermanos de la vida, y también que gracias a vender en los trenes jamás faltó el alimento en mi mesa. Negativas: haber conocido las drogas en un tipo hace muchos años atrás por las cuales hasta mi familia había perdido; pero, gracias a Dios, pude recuperarme y ser libre de la esclavitud de las drogas. Ya llevo 15 años sin consumir.
-¿Deseaste alguna vez trabajar de otra cosa?
-Siempre se desea trabajar en un lugar en blanco por los beneficios. De hecho, en 2015 tuve la oportunidad de trabajar en una fábrica de calzado en Extreme Gear (Adidas) hasta el 2017 pero gracias al gobierno anterior (Cambiemos) que por abrir las importaciones la firma se fue del país y chau, sin trabajo en blanco. Mi única opción fue volver a caminar los trenes con una caja en los brazos.
-Contamos un hecho que hayas visto mientras trabajabas y no puedas sacarlo de tu cabeza…
-Recuerdo una vez, ya hace muchos años, a la altura del puente provincial en Zeballos estábamos vendiendo yendo desde Bosques y el tren freno de golpe. Bajamos todos a ver qué había pasado y nos encontramos con que el tren había a atropellado a un nene de no más de 8 años. Era de unas de las casa de al lado de las vías… ver a su padre desesperado, sacándolo, cargándolo en sus brazos, desesperado, pidiendo auxilio… Esa imagen no me la voy a olvidar jamás. De hecho, después de presenciar aquel accidente, jamás mire otro que se haya dado mientras yo iba en el tren y eso que fueron varios más; pero nunca más me animé a mirar. Siempre le decía a mi esposa, y le digo: cada vez que vayas a la estación, mira bien para ambos lados.
-¿Cómo cambio tu vida la pandemia?
-La pandemia, creo yo, que cambió la vida de todos. En la mía, especialmente, fue difícil; pero le doy gracias a Dios que nunca nos faltó de comer.
-La cuarentena estricta, ¿cómo la viviste?
-La vivi, los primeros 3 meses, encerrado sin salir a los trenes: una que no viajaba casi nadie y otra, la policía no te dejaba trabajar. Pero tuve que reinventarme: vendí en los grupos de Facebook más en uno que es solo de mujeres de acá el barrio donde se entregaba en la plaza, pero al ser solo de mujeres publicaba lo que vendía desde el Facebook de mi hija Ludmy… casi siempre golosinas. Vendí también guantes de invierno y otras cositas que me habían quedado de un kiosco que tuve alguna vez. Después, también vendimos a kioscos con mi amigo Gustavo alias “Chasqui” que también vende en los trenes… hasta en la ferias salimos a vender. Pero bueno, hoy, en la actualidad sigo vendiendo en los trenes. Será hasta que Dios diga o tenga algo mucho mejor para mí… pero siempre dije y digo que ser vendedor ambulante o busca, como es el rótulo de la calle, es un trabajo en fin. Nunca renegué o me avergoncé de lo que hago, es trabajo.
Entrevista realizada por Ángela Beatriz Juárez para www.elvespertino.ar y publicada en abril de 2021.

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