De a pie

RUEDA DE BONDAD: La dueña de la tienda de vestidos de fiestas le entregó uno al vendedor ambulante que devolvió el perdido

Días atrás, Matias -quien es vendedor ambulante en el Roca- encontró un vestido de 15 años olvidado en una de las formaciones. Su gesto se volvió viral, a tal punto que medios locales, regionales y nacionales lo entrevistaron. Al enterarse de esta acción, Silvana, la dueña de la tienda que confeccionó el vestido perdido -Penélope- quiso recompensarlo y hoy se encontraron.

Nuevamente, El Vespertino tuvo el agrado de conversar con Matías, quien ya es el vendedor del Roca más famoso… y esto es lo que nos dijo acerca de la cadena de favores que se dio a raíz de su honestidad:

-¿Qué sentiste con el hecho de que te hayas hecho viral por una acción que a vos te parece lo obvio y normal?

-Es lindo cuando sos viral por algo bueno. Ser de ayuda para alguien tendría que ser lo normal, no mirar para otro lado. Esto por más que haya sido un simple vestido, tal vez, para muchos el devolverlo también entra en ayudar al prójimo. Te imaginas la angustia que pasó la quinceañera, la madre, las tias, la familia… Lo más lindo y gratificante para mi es que las personas que siguieron esta nota viral vean que los vendedores ambulante no somos todos como nos caratulan: chorros, drogadictos, irrespetuosos,…

-¿Cómo es que te contacta la dueña del local de vestidos y qué es lo que sucede a partir de ello?

-Silvana la dueña de Penélope, la casa de vestido. Me escribió al otro día por mesenger, agradecida por lo que hice y me pidió mi número. Desde el primer momento que se comunicó conmigo fue y es la persona que más se preocupó por mi situación, queriéndome compensar obsequiandome un vestido. Primero le dije que no, que mis hijas ya habían cumplido 15. Ella me quería bendecir y yo le decía que no pero me dijo que cuando quiera pase por su local que me iban a comprar lo que yo venda. Después pensé como desde que pasó todo esto estuvimos algunos días sin trenes en nuestro sector donde vendemos, Varela para ser más específico, por cambios de rieles; le mandé un mensaje y le pregunté si no se ofendía si le aceptaba al vestido para hacer un sorteo… y así yo poder juntar dinero por los días que estuve parado sin trabajar. Le gustó la idea de una, así que bueno yo muy contento y agradecido con ella, con Naty la mamá de la quinceañera que también me gratificó y con cada una de las personas que leyeron o vieron esta, vamos a llamarle, “historia del vendedor y el vestido”.

Matias se ríe por haberle puesto titular a un episodio de su vida y parte rumbo a sus pagos varelenses a ser el mismo de siempre pero con algo inesperado es sus días.

Lic. Angela Beatriz Juarez

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