Mientras en el poder Legislativo se vislumbran acciones en pos de un municipio inclusivo, respetuoso y seguro, el Ejecutivo pareciera estancar las políticas públicas de las vidas, los cuerpos y las identidades de les vecines.
La organización Conurbanes por la Diversidad presentó la segunda edición del informe “Municipio por Municipio” sobre la situación de las políticas públicas de diversidad sexual locales en los 31 distritos del Gran Buenos Aires. En un contexto en el que el gobierno nacional deslegitima el Estado y las políticas públicas, en especial las de género, el informe destaca “la organización y potencia territorial”.
“En momentos de avanzada conservadora, el rol de los municipios es más importante que nunca”, sostuvo Darío Arias, referente de Conurbanes por la Diversidad…Sin embargo, en Florencio Varela, no pareciera pasar de “un discurso bonito”.
Las políticas públicas en perspectiva de derechos humanos son aquellas que se diseñan e implementan con el objetivo de proteger, promover y garantizar los DDHH de todas las personas. Por ende, que en el Honorable Concejo Deliberante de Florencio Varela se hayan aprobados leyes que apunten tomar medidas para abordar las desigualdades y discriminaciones estructurales que existen en el municipio, si luego no se llevan a la práctica, solo terminan siendo un gasto para los contribuyentes que aportan a pagar los sueldos de los ediles, los gastos de mantenimiento del edificio, los empleados municipales y -hasta -el servicio de internet que se usa para difundir lo resuelto en cada sesión.
Un claro ejemplo de ello es que el hecho de que Concejo Deliberante varelense, bajo la Ordenanza N°9.192/2018, haya aprobado el cupo laboral en empleo público para travesis, transexules y transgéneros; pero, su cumplimiento sea parcial en el Estado y, directamente nulo en el sector privado o de la economía social de LGBTI+.
En sintonía con ello, en Florencio Varela se sancionó una ordenanza de institución que reconoce al 17 de mayo como fecha del respeto a la diversidad sexual e identidad de género y al 7 de marzo como día de la visibilidad lésbica y lucha contra la lesbofobia. Mas, sin embargo, las acciones para favorecer el acceso al suelo y la vivienda propia, las labores de promoción y protección de derechos de las personas intersex en nivel local o la infraestructura de espacios públicos especializados, brillan por su ausencia. Mientras que, con tibieza se lleva adelante el eje de diversidad sexual en las áreas de Derechos Humanos y Política de Género. Al mismo tiempo, los dispositivo de asistencia legal, psicológica y social a víctimas de violencia de género; de acceso a derechos de LGBI+ privades de la liberta y sus familias y; el específico de prevención de la violencia institucional no alcanzan a satisfacer la demanda del colectivo.
Sin importar el color político de la gestión nacional o provincial, si la pata local del Estado no funcionan bien en un sentido integrador y abrazador de las problemáticas que vivencia la población LGBTI+, no habrá posibilidad de tener un impacto positivo en la vida de estas personas y, sin ello, no es posible la construcción de una institucionalidad que se afirme en las identidades de su propio territorio. No se puede, ni debe, seguir festejando únicamente lo que existe y callando las carencias. En Florencio Varela, aún, falta mucho trabajo en pos de erradicar la violencia por prejuicio y discriminación estructural del territorio.
Fuente: https://conurbanes.org/