El acuerdo para abonar los salarios en cuatro cuotas no se cumplió: los choferes aún no cobraron la totalidad del sueldo correspondiente al mes de noviembre y tampoco percibieron el aguinaldo. En ese contexto, trabajadores de la línea 148 iniciaron una medida de fuerza que vuelve a exponer la precarización laboral en el transporte público del conurbano bonaerense y su impacto directo en Florencio Varela.
La línea de colectivos 148 se encuentra de paro luego de que no se completara el pago del salario correspondiente al mes de noviembre, pese a existir un acuerdo previo que establecía el cobro en cuatro cuotas, y ante la falta total de pago del aguinaldo, según confirmaron trabajadores del sector.
La línea 148 forma parte del conglomerado operativo del Grupo Micro Ómnibus Quilmes S.A.C.I.F. (MOQSA). Según explicaron los choferes y delegados gremiales, el incumplimiento en el pago corresponde a la empresa empleadora de la línea, responsable de la liquidación.
La medida de fuerza afecta a miles de personas que utilizan diariamente este servicio para trasladarse entre Florencio Varela y otros puntos del conurbano bonaerense.
De acuerdo con la información relevada, el compromiso asumido por la empresa no fue cumplido en los plazos establecidos, dejando a los choferes con ingresos incompletos incluso de un mes ya trabajado. A ello se suma que el aguinaldo no fue abonado, profundizando el malestar, la incertidumbre y las dificultades económicas de las familias trabajadoras.
Hasta el momento, no se informó oficialmente una fecha cierta para completar el pago del sueldo de noviembre ni para el cobro del aguinaldo, lo que mantiene abierto el conflicto.
Antecedentes: una crisis que no comenzó ahora
El paro actual no es un hecho aislado. Ya el 9 de noviembre de 2025, El Vespertino había advertido sobre la situación límite que atravesaban los choferes de la línea 148. En aquella nota, titulada “Choferes de la línea 148, al límite: sueldos adeudados, falta de unidades y jornadas extenuantes”, se describía un escenario de salarios adeudados, escasez de colectivos en funcionamiento y jornadas laborales extensas, que afectaban tanto a trabajadores como a usuarios del servicio.
Ese antecedente resulta clave para comprender el presente conflicto: las advertencias existían, las condiciones de precariedad ya habían sido expuestas públicamente y el esquema de pago en cuotas surgió como una salida transitoria para evitar una paralización total del servicio. El incumplimiento de ese acuerdo terminó por detonar la medida de fuerza.
Trabajo, dignidad y derechos vulnerados
Desde una perspectiva de derechos humanos, el conflicto pone en primer plano el derecho al trabajo en condiciones dignas y equitativas, consagrado en la Constitución Nacional y en tratados internacionales ratificados por la Argentina.
El salario mensual y el aguinaldo no son beneficios discrecionales: son derechos laborales básicos, cuya falta de pago impacta de manera directa en la alimentación, la salud, la vivienda y la organización de la vida cotidiana de las familias trabajadoras.
En el transporte público, además, la vulneración de derechos laborales tiene un efecto colectivo. La paralización del servicio afecta especialmente a personas con empleos precarizados, mujeres con tareas de cuidado, estudiantes y adultos mayores, que dependen del colectivo para sostener su vida diaria en un contexto social atravesado por dificultades económicas.
Silencios, responsabilidades y límites legales
Hasta el cierre de esta nota, no se registraron comunicados públicos de la empresa que informen un cronograma concreto para completar el pago del sueldo de noviembre ni para abonar el aguinaldo. Tampoco se informó oficialmente la intervención de instancias estatales de conciliación.
Este artículo no atribuye responsabilidades penales ni conductas ilegales, sino que se limita a exponer hechos verificables: sueldos incompletos de un mes ya trabajado, aguinaldo impago, acuerdos incumplidos y una medida de fuerza en curso, en base a información aportada por los trabajadores y antecedentes periodísticos del propio medio.
Un conflicto que interpela más allá del volante
El paro de la línea 148 vuelve a dejar al descubierto una problemática estructural: la fragilidad de las condiciones laborales en el transporte público del conurbano bonaerense y la repetición de conflictos que no encuentran soluciones de fondo.
Cuando ni siquiera se completa el pago de un salario mensual y el aguinaldo queda en suspenso, lo que entra en crisis no es solo un servicio, sino la noción misma de trabajo como garantía de subsistencia y dignidad.
En Florencio Varela, donde el colectivo es una herramienta central para acceder al trabajo, la educación y la salud, el conflicto interpela al Estado, a las empresas y a la comunidad en su conjunto.
La pregunta que queda abierta no es solo cuándo volverán a circular las unidades, sino cuánto más puede tolerarse que los derechos laborales básicos queden sujetos a promesas que no se cumplen.
