La planificación de la masacre de Avellaneda fue tomando cuerpo meses antes del 26 de junio. El 14 de mayo, el gobierno peronista de Duhalde se había reunido con un grupo de gobernadores buscando que respaldaran su deteriorada gestión y que acompañaran la negociación con el Fondo Monetario. Internacional (FMI). Allí los mandatarios provinciales que venían reprimiendo distintas puebladas desde 1996 pedieron un ejemplo “aleccionador” con los piqueteros duros.
Darío Santillán (21 años, de Quilmes) y Maximiliano Kosteki (22 años, de Guernica) fueron asesinados el 26 de junio de 2002 por policías durante una manifestación en el Puente Pueyrredón, en la localidad de Avellaneda.
El presidente de Argentina era Eduardo Duhalde; el gobernador de la provincia, Felipe Solá; el secretario general de la presidencia Aníbal Fernández; el jefe de gabinete del presidente Alfredo Atanasoff; el número dos de la SIDE Oscar Rodríguez, el Ministro de Seguridad de la Nación, Juan José Álvarez; el Ministro de Seguridad de la provincia; Luis Esteban Genoud. Todos ellos, son hombres curtidos en la arena política que conocían perfectamente el conurbano desde hacía décadas. Que la policía bonaerense haya pasado por sobre ellos y actuado según les pareciera en ese momento es irrisorio. Sin embargo, la Justicia no juzgó ni sentenció a ellos.
Hasta el momento, solo fueron condenados quienes ejecutaron a Darío y Maxi: el vecino varelense Alfredo Fanchiotti (excomisario bonaerense) y Alejandro Acosta (excabo bonaerense), quienes fueron sentenciados a prisión perpetua. Mas, por la decisión de la justicia, se le dió a Acosta libertad condicional.
El varelense Genoud estuvo denunciado en el tribunal de Justicia de Garantías de Lomas de Zamora junto al entonces gobernador Felipe Solá; esta causa nunca avanzó. De hecho, el Poder Judicial bonaerense, le aumento su exención al nombrarlo miembro de la Suprema Corte de Justicia, y permitiendole presidirla. Finalmente, el pasado mes de marzo falleció.
A 23 años de la Masacre de Avellaneda se sigue exigiendo cárcel a todos los responsables políticos y se le dice no la libertad de Fanchiotti y Acosta.