En la mañana del viernes, en la carnicería de la calle Charcas -Villa Hudson, Bosques-, un muchacho que trabajaba junto a su padre en la carnicería habría recibido una descarga eléctrica. Inmediatamente, varios vecinos al unísono comenzaron a llamar pidiendo ayuda al sistema de asistencia de emergencias. Sin embargo, la ambulancia recién llegó 30 minutos después del hecho.
En el mes de agosto del 2024, el intendente de Florencio Varela, Andrés Watson, junto al ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, oficializó la apertura de la posta perteneciente al Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME), ubicada en calle Marcos Paz esquina Santa Teresita -Bosques Norte-…
Sin embargo, que el Servicio de Atención Médica de Emergencias que está a tan solo 3.4km, 8 minutos en vehículo a una velocidad no alta, no logró contener las súplicas de los vecinos de Villa Hudson que sentían que lo peor estaba sucediendo.
Entre las 10 y las 11 de la mañana, el grupo vecinal de WhatsApp explotó en mensajes de auxilio ante el abandono del Estado. Quienes estaban en las cercanías y quienes no, llamaron al 911 y cuanta entidad/profesional de la salud se les ocurría para ver si podían lograr un milagro… 10.57 am, entró un mensaje que no logró silencio sino que mutó a la desesperación en bronca, en tristeza absoluta: Iván, el vecino había fallecido.
«Llegaron después de 40 minutos», se lamenta Fabián quien se desempeña en la carnicería y agrega «el chico estaba vivo y no pudimos hacer nada más. Intentamos de todo entre lo que estaba a nuestro alcance».
Los mismos vecinos que soportan los sistemáticos asaltos, robos, inundaciones, incendios, sequías de AySA, cortes de Edesur, se vieron vencidos.
El abandono por parte del Estado en Villa Hudson es parte de la cotidianidad. Sus pobladores están acostumbrados a estar a «la buena de Dios», a que cada dos años algún funcionario (o aspirante a serlo) se acerque a endulzarles el oído con promesas de mejoras y después desaparezca… Pero esta vez, la herida sangra, es profunda y el abandono no se olvida, y los muertos de a pie, no se perdonan.