La calle Tandil, entre Mercedes y Avenida Lujan se ha vuelto totalmente intransitable para los vehículos. El extenso pozo en la arteria de barro ha generado un estancamiento de agua que da lugar a un fuerte olor y propicia la proliferación de mosquitos y aumenta el riesgo para los vecinos de contraer enfermedades.
Desde hace años, los vecinos de El Rocío saben que “no se puede doblar por Mercedes” si se viene por Avenida Lujan. Así se viva en esa calle, lo mejor es rodearla por cualquiera de las siguientes entradas para no quedar encallado, perder el tren delantero o caer en el agua. Solamente en los días de verano, con temperaturas altas, el nivel del agua comienza a bajar y el pozo se hace visible para que los valientes decidan si se animan a pasarlo.
Pero no es solo una cuestión de tránsito lo que preocupa a los vecinos de la zona. Hay algo que está por encima de esa inquietud y es la salud. Si bien el Aedes Aegypti, zancudo transmisor del dengue, se reproduce en agua limpia acumulada dentro de las viviendas y no en aniegos generados por las lluvias, hay que tener en cuenta que estas aguas estancadas que se han mezclado con agua de desagüe, pueden generar leptospirosis.
El temor aumenta, dado que a escasos metros, en la plaza abandonada que se emplaza en el boulevard que forman las calles Tandil y Amenabar, se registran focos basurales siendo el de mayor tamaño el que está en el cruce con Monasterio. La acumulación de basura, junto con la acumulación de agua estancada, presencia de ratas y su orina genera que las bacterias de leptospirosis se pueden transmitir a los vecinos.
En la zona existe gran cantidad de perros y gatos callejeros y otros que “les gusta pasear” según sus familias y los dejan sueltos por el barrio. La trasmisión en perros se da principalmente por orinas contaminadas y otros fluidos corporales. Las bacterias pueden ingresar también por vía percutánea en aquellos animales en contacto con el agua.
La leptospirosis se manifiesta en principio como un cuadro gripal con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y malestar general. Luego se puede presentar una segunda fase de mayor gravedad.
Desde el Ministerio de Salud de la Nación se indica que para la enfermedad se debe evitando la inmersión en aguas estancadas potencialmente contaminadas, y procurar que los niños no jueguen en charcos o barro y combatiendo los roedores –principales agentes de contagio- en domicilios y alrededores, entre otras cosas… Dos ítems que no se han podido cumplir aún en El Rocío.